Siempre que se abordan cuestiones relacionadas con la Inteligencia Artificial y el impacto de esta sobre el mercado laboral, se ciernen nubes de color negro sobre algunas posiciones laborales concretas. Y no son pocos los que se preguntan que puede ocurrir en el futuro, teniendo en consideración la actualidad del sector, en el cual la falta de mano de obra es más que evidente, y no solo hablamos de la falta de conductores.
Es cierto que la Inteligencia Artificial tiene grandes potenciales de aplicación en el transporte y la logística, que ya hoy día está produciendo un beneficio a quien las utiliza, sea con una mejora de la eficiencia, tiempos y procesos. Pero también es muy cierto que la implantación de este tipo de herramientas, lleva acompañado un miedo o temor sobre el futuro de los propios empleos, al ver que un número importante de tareas son por ejemplo automatizadas y gestionadas por la IA.
La realidad es que el verdadero impacto que puede tener no está todavía muy claro, sobre todo sin que quede muy definido si los desarrollos con IA son tecnologías que asistan o por contra, son tecnologías decisoras en las operaciones. También quedará definido el futuro dependiendo del potencial de inversión en las mismas por parte de las empresas de transporte y logística, así como la propia preparación de los empleados, que actualmente es relativamente bajo en competencias tecnológicas debido a que la mayoría son profesionales no nativos digitales.
Tomando en consideración todas estas variables podremos observar si realmente será una implantación abrupta o no, y si de ella hay que afrontar una reconfiguración de las habilidades que necesitarán los profesionales del sector, es decir, si deberemos de afrontar un aprendizaje profundo para adaptarse a los importantes cambios tecnológicos, o si estos serán "rechazados" e implantados de forma más gradual, sobre todo con la llegada de personas más jóvenes al sector, con capacidades tecnológicas ya adquiridas.
Los principales problemas
A pesar de que el reconocimiento del uso de la IA en generalizado, el sector del transporte tiene dos principales problemas para que su implantación sea más robusta:
-Decisión y usuarios en manos de no nativos digitales: La mayoría de equipos directivos y mandos intermedios en las empresas de transporte y logística, con los llamados NO nativos digitales; profesionales con una edad que hace atesorar un profundo conocimiento sectorial, pero que cuando se incorporaron al mercado laboral, las tecnologías todavía no habían tomado la importancia que tienen en la actualidad, y han tenido que ir "aprendiendo" en su uso.
Esto produce un balance desequilibrado entre el profundo conocimiento, pero el muy bajo nivel de comprensión de las posibilidades que las nuevas tecnologías como la IA, el Blockchain o el Machine Learning pueden aportar de forma directa. Y en ocasiones, este desconocimiento puede frenar la inmersión de las empresas en este tipo de tecnologías, o incluso, en un nivel bajo de usabilidad de nuevas opciones por parte de mandos intermedios en equipos de operaciones o tráfico, por ejemplo.
-Los costes y el retorno de las inversiones: En un sector como el del transporte y la logística, en el cual el margen operativo de las operaciones comerciales es reducido, cualquier inversión debe de ser considerada y estudiada al milímetro, y es que, la propia supervivencia de la empresa está ligada a una decisión de inversión equivocada.
Desde este prisma, los proyectos son estudiados de forma mucho más pausada que en otros sectores, perdiéndose en ocasiones oportunidades de mejoras realmente importantes. Otro aspecto también a destacar se presenta cuando el retorno de la inversión no queda quedar claramente definido.
Tanto el transporte como la logística son con probabilidad uno de los sectores que más note la transformación del empleo como consecuencia de esta tecnología. La inteligencia artificial ya está suponiendo un antes y un después en la forma en que se gestionan las operaciones logísticas y desempeñando un papel cada vez más central en la optimización de la cadena de suministro. Aunque el camino todavía para una adopción mayor es todavía largo.
Sobre el papel, es posible que en algunas posiciones puedan quedar sustituidas las personas por las tecnologías, incluso algunos estudios indican que el saldo neto del transporte y la logística es negativo (perdida de puestos de trabajo mayor a los que se generan gracias a la IA), aunque pueda no parecerlo en la actualidad, sobre todo por la gran falta de talento y profesionales, y no nos referimos solo a los choferes o conductores.
Carlos Zubialde
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