Aun siendo dos mercados distintos, el estadounidense y el europeo, no podemos pasar por alto que existen muchas similitudes en la forma y gestión del transporte. Muchas tendencias se mimetizan, mientras que otras no tienen recorrido e incluso algunas no llegan a implantarse en suelo europeo, debido a la legislación, más proteccionista y menos “liberal” en el viejo continente.
Antes de que en Europa se pudiera detectar la falta de mano de obra, en Estados Unidos llevaban ya tiempo lidiando con la falta de recursos de personal para la actividad, problema que termino llegando más tarde, como bien sabemos. Si seguimos la tendencia, lo que está ocurriendo en Estados unidos será lo que ocurrirá en un futuro inmediato en Europa.
¿Y cuál es la actual tendencia?
En el mercado estadounidense se ha producido un cambio de tercio muy importante, viniendo de una fase e precios altos y poca disponibilidad hacia una fase de caída de la demanda, acumulación de mercancías sin vender en los almacenes, y los precios del transporte a la baja, es decir, ahora sobran camiones.
Se dice que se está ante otra “tormenta perfecta”, ante la cual ciertos actores están intentando copar cuota de mercado para posteriormente poder intervenir en el precio. Es una característica propia del mercado en Estados Unidos, donde el tamaño de las compañías de transporte es inferior a la que encontramos en Europa, de 2M de transportistas, el 50% son empresas unipersonales, es decir, el propietario es el chofer y posee solo un camión.
Otra característica de ese mercado es la existencia muy extendida de los llamados “brokers de transporte”, empresas como Uber Freight, que sin poseer ni un solo camión, agrupa a un buen número de estos transportistas llamémosles autónomos, y que venden los servicios de transporte a terceros, negociando luego el precio con esa nómina de camioneros.
La tendencia en USA está siendo que estos intermediarios están intentando “aglutinar” al mayor número de transportistas, para luego poder “intervenir” el precio del mercado, pero tenemos que recordar que este tipo de figuras no tienen recorrido real en Europa, por el momento claro.
Como tendencia, si podemos señalar que cara al 2023, si el consumo se ralentiza, podemos ver una reducción en los precios del transporte terrestre al existir una mayor oferta de vehículos, tal y como está sucediendo con el transporte marítimo.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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