Al reciente Gobierno de España se le están amontonando los temas a tratar, y es que el parón que supuso las semanas anteriores a al anuncio de la cita electoral, la campaña, el verano, hace que muchos de los temas y compromisos que se habían adquirido anteriormente, vuelvan a la primera línea, aunque no sean tan fáciles de "vender" como otras cuestiones políticas que están día si y día también en los informativos.
En el sector del transporte, cada actor vuelve a retomar su posición, algunos volviendo a donde lo dejaron, mientras que otros, intentan ganar mayor notoriedad para con sus reivindicaciones. Desde el Comité de Transporte Nacional por Carretera (CNTC), ya se instaba hace unas semanas al nuevo gobierno, a que retomara los contactos y las reuniones para que se pusieran en marcha muchos temas pendientes.
De mientras, llegado el 2024, por de pronto, han desaparecido las ayudas del gasóleo profesional, aumentado más todavía los costes de las empresas de transporte, que han llevado una escalada al alza durante todo el 2023. Y se supone que los peajes en autovías, queda completamente congelado, aunque abre otra vía de potencial conflicto con alguna asociación como La plataforma de Defensa del Transporte, que ve en la potenciación del transporte por ferrocarril un ataque directo ala transporte por carretera, con fondos públicos.
Todos se recolocan
La fiesta va por barrios, y cada actor del sector, se está recolocando frente a lo que pueda suceder en el futuro, sea con el Gobierno actual, o sea con otro Gobierno, porque no se sabe lo que puede ocurrir en la actual legislatura.
Los cargadores presionan sobre todo para la aprobación de las nuevas normativas de pesos y medidas, ya que entienden que a mayor capacidad de carga, hay una mayor capacidad de transporte, y una reducción los costes, además de una mejora en su operativa logística.
Desde las empresas de transporte se están retomando reclamaciones como un mayor control en el cumplimiento de la ley de pagos, solucionar los problemas que se generan en los contactos telemáticos con la administración, así como todo lo relacionado con la transición ecológica, camión eléctrico, peajes o el tacógrafo digital de segunda generación.
Y finalmente, los últimos en reposicionarse han sido los miembros de la plataforma para la defensa del sector del transporte, que, como se sabe, fueron los impulsores de la última huelga de transporte en marzo del 2022. Esta plataforma también ha presentado recientemente sus "credenciales", manteniendo la línea de la potencial huelga en caso de que no se atiendan sus peticiones, como la jubilación a los 60 años, la creación de un convenio nacional para conductores asalariados de transporte, o las reivindicaciones históricas contra la subcontratación, el cabotaje o la competencia desleal de empresas extranjeras en España.
En definitiva, todos buscan su sitio en la nueva situación, ante un Gobierno con muchos frentes abiertos, veremos que hacen estos, y también como actúan los distintos actores del sector en las próximas semanas.
Artículo opinión Carlos Zubialde
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