IATA, la asociación de transporte aéreo internacional ha decidido reforzar la seguridad en la cadena logística para el transporte de las baterías de litio, intentando reducir los riesgos operativos asociados a esta mercancía, en un contexto donde el aumento de transporte de esta mercancía así como los dispositivos alimentados por litio que portan muchos pasajeros.

La campaña, denominada “Travel Smart with Lithium Batteries” ha sido lanzada por la IATA en Xiamen (China), y uno de sus puntos importantes es la búsqueda de una unificación de los criterios de información y prevención que deben de tener pasajeros, aeropuertos y aerolíneas, sobre todo por el aumento del uso de dispositivos alimentados con baterías de litio.

IATA estima que algo más del 80% de los viajeros transportan por lo menos un dispositivo con litio, y el 50% desconoce cuáles son las limitaciones aplicadas a estos dispositivos para ser transportados como equipaje de mano o en la cabina del avión. Y la preocupación es creciente en toda la cadena logística, no solo porque es una cuestión que se limite al transporte de viajeros.

En los últimos años, la carga aérea está viendo que el volumen de dispositivos transportados que contengan litio aumenta, y esto ha tenido un impacto en el aumento también de incidentes provocados por sobrecalentamientos, fugas de energías o incendios, casi siempre en envíos que no cumplían con todos los protocolos establecidos para el transporte de esta mercancía. Debido a estos episodios, la IATA es cuando ha decidido reforzar las normas de embalaje, identificación y control de temperatura de esta mercancía durante toda la cadena logística.

Siete con las nuevas reglas que IATA señala para reducir los riesgos como transportar los dispositivos siempre en el equipaje de mano, nunca en el equipaje facturado; proteger las baterías sueltas o cargadores portátiles, cubriendo los terminales con cinta o usando su embalaje original; evitar viajar con baterías dañadas o recalentadas y avisar de inmediato a la tripulación si se detectan anomalías o consultar siempre la política de la aerolínea y verificar la potencia máxima permitida (100 Wh en la mayoría de los casos). Además, estar recomendaciones están reforzadas por los protocolos que las compañías de transporte de carga aérea deben cumplir de aislamiento térmico y protección contra los impactos de la mercancía, una medida que deben de aplicar algo más de las 350 aerolíneas que representa IATA, y que concentran algo más del 80% del tráfico aéreo mundial.

Carlos Zubialde

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