Las mujeres, las grandes olvidadas en el transporte

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Las mujeres, las grandes olvidadas en el transporte

La brecha de género en la mayoría de sectores es un problema que está al orden del día, y en el transporte es una realidad todavía mayor.

Descripción

La brecha de género en la mayoría de sectores es un problema que está al orden del día, y en el transporte es una realidad todavía mayor. En Europa, las mujeres representan solo el 17,1% de la fuerza laboral, según datos de la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo. Esta cifra se vuelve aún más alarmante si consideramos que el transporte es un sector clave para el funcionamiento de la economía y la sociedad en su conjunto, solo tenemos que recordar tiempos no tan lejanos como el de la pandemia del Covid 19.

La falta de mujeres en el sector del transporte se debe a una serie de factores complejos. Uno de ellos es la falta de oportunidades para las mujeres en este campo; el transporte es un sector "fuertemente" masculinizado, y las pocas oportunidades laborales que se les ofrecen o que se les asignan a menudo, son roles tradicionalmente considerados "masculinos" como conductores de camiones o trabajadoras en almacenes, lo que dificulta su ascenso en la jerarquía profesional. Además, muchas mujeres que desean trabajar en el sector del transporte enfrentan barreras culturales y estereotipos de género que desalientan su participación.

Otro factor importante es la falta de medidas para facilitar la inclusión de las mujeres en el sector del transporte, como políticas de igualdad de oportunidades o programas de capacitación específicos. Esto es especialmente importante para los trabajos que requieren habilidades técnicas, como la ingeniería o la gestión de la logística, donde las mujeres están aún más subrepresentadas.

El sector del transporte también se caracteriza por condiciones de trabajo exigentes, como largas horas de trabajo, turnos nocturnos y exposición a riesgos para la salud y la seguridad. Estas condiciones pueden disuadir a las mujeres de ingresar al sector del transporte o permanecer en él a largo plazo, aunque podemos ver que este nivel de exigencia, también está afectando a la incorporación de personal más joven, que buscan otras salidas profesionales con menor exigencia y dedicación personal.

Sin embargo, hay algunas iniciativas en curso para abordar la brecha de género en el sector del transporte en Europa. Por ejemplo, la iniciativa "Mujeres en el Transporte" de la Comisión Europea tiene como objetivo fomentar la igualdad de género y mejorar la presencia de las mujeres en el sector. Esta iniciativa se centra en tres áreas principales: la promoción de oportunidades de empleo para mujeres, la eliminación de barreras culturales y la creación de un entorno de trabajo más inclusivo.

Otras medidas incluyen programas de capacitación específicos para mujeres, así como políticas de igualdad de oportunidades y diversidad en las empresas de transporte. Estas iniciativas no solo son importantes para abordar la brecha de género en el sector del transporte, sino también para mejorar la competitividad y la sostenibilidad de las empresas. No obstante, todo ello, no solo necesita del empuje institucional, también necesita de una mayor implicación de todo el sector, desde empresas hasta los propios profesionales que actualmente desarrollan su labor en estos entornos.

Como conclusión, decir que la falta de mujeres en el sector del transporte en Europa es un problema real que requiere una acción concertada y medidas efectivas para abordarlo, nos debe de hacer ponernos en marcha, de forma inmediata, para paliarlo. La inclusión de las mujeres en este sector es esencial para promover la igualdad de género, mejorar la competitividad empresarial y garantizar la sostenibilidad de la economía en su conjunto.

Y el siguiente paso, será, además de incorporar a la mujer al sector del transporte, mejorar las condiciones laborales de todos los profesionales que desarrollan su labor, aplicando sistemas más sostenibles socialmente, que permitan una mayor y mejor conciliación profesional y personal.

Si no se hace, el gran problema del transporte no será el precio del combustible, será la falta de mano de obra para poder desarrollar la actividad.