Se habla, mucho, de que los robots terminaran por sustituir a las personas en trabajos relacionados por ejemplo en la logística, pero cuando esto pasa de ser una frase a quedar plasmado en un documento con objetivos, la cosa ya sube de nivel, y si además, el documento es de Amazon, pone en alerta a todo el sector de la logística, a nivel mundial.

Según distintas publicaciones que hacen mención de una filtración publicada por el New York Times de documentos internos de Amazon en Estados Unidos, estos parece que están trabajando en que la automatización gane peso dentro de las operaciones logísticas, y le ponen una cifra: evitar la contratación de más de 600.000 trabajadores en Estados Unidos desde el 2026 al 2033 gracias al despliegue de robots y sistemas inteligentes de clasificado y manipulado de mercancía.

Además, se ponen otras cifras, evitar 160.000 contrataciones en el 2027 o generar un ahorro con ello de 0.30 dólares por artículo vendido. Es cierto que más allá de los datos y las cifras, al final con el tema robots vs trabajadores se abre siempre un debate sobre el efecto que tiene a escala empresarial y como no, para los trabajadores. Por eso, cuando se plantea este tipo de proyectos, en los mercados más garantistas con los trabajadores, como lo es en Europa, se está atento a la posible réplica del modelo en suelo europeo.

Los documentos citados detallan como se apuntaba a que en el 2027 se aspira a evitar 160.000 contrataciones en Estados Unidos, ganando una eficiencia de 0.30 dólares por artículo manipulado en esos almacenes logísticos, lo que se traduciría según estos documentos de Amazon en un ahorro acumulado de 12.600 millones de dólares entre el 2025 y el 2027.

¿Es factible este despliegue?

Sobre el papel, es más que factible el despliegue de este tipo de robots, Amazon ya posee la base tecnológica para hacerlo, y de hecho, en la actualidad a nivel mundial, tiene más de 1.000.000 de robots que operan en sus almacenes logísticos en labores de clasificación o movimiento de mercancía, además de otro tipo de robots que ya están integrados en el flujo de trabajo, combinando su tarea en la cadena logística junto con humanos.

En cierto modo, lo que persigue Amazon es que su cadena de suministro sea más eficiente, poniendo en manos de los robots las tareas que ya están definidas en el circuito logístico, dejando a los humanos únicamente en tareas de alto valor como las técnicas, las de mantenimiento o supervisión. Y además, esto ya lo prueban en los almacenes pilotos, donde terminan por afinar el sistema que luego trasladan al resto de las redes, 40 instalaciones logísticas antes del 2027 según los documentos filtrados por el New York Times, que se puede traducir en que harían falta 1200 empleados menos para poder gestionar el mismo nivel de pedidos que tienen en la actualidad en esos almacenes.

Hay que señalar que la propia Amazon ha salido a matizar esos documentos, diciendo que no son documentos que contengan una estrategia a nivel global, sino que son únicamente aplicables a planes de equipos específicos, pero a nadie se le escapa que pese a que sean de equipos específicos (pueden ser los de las operaciones logísticas), esto creará una tendencia, o mejor dicho, puede ser el detonante y acelerador de una tendencia en otras empresas tanto competidoras de la propia Amazon como empresas logísticas, que terminen por acelerar sus proyectos de robotización.

Si la automatización masiva termina siendo tan rentable para las compañías como lo han reflejado los documentos de Amazon, todos seguirán el mismo camino, lo cual puede ser un peligro para los empleados de menos cualificación, y que puede tener un impacto negativo sobre el empleo en países con alta demanda logística, como lo es España.

El mercado español, donde no solo Amazon, muchas empresas de logística poseen importantes instalaciones y redes de almacenes logísticos, la robotización masiva sería un serio impacto negativo sobre el empleo, sin que ello tampoco pudiera ser sustituido de alguna forma por perfiles más cualificados que tendrían un enfoque hacia mantenimiento, ingeniería y supervisión de sistemas.

Además, hay que tener en cuenta el marco regulatorio europeo, donde habría que ver como encajar la reciente normativa sobre IA y seguridad en el trabajo con los debates sobre productividad, calidad del empleo, salud laboral y formación continua. Para los gobiernos y agentes sociales, el reto es impulsar programas de recualificación y diseñar incentivos que favorezcan la transición sin dejar atrás a trabajadores y territorios, y el programa de Amazon parece que chocaría frontalmente con este marco regulatorio.

Veremos los siguientes años como se afronta el reto de la robotización masiva, donde, por un lado, estaría el beneficio empresarial, y por otro, los derechos laborales y como se reparten esos “beneficios” para amortiguar los costes sociales que conllevará este cambio tan profundo.

Carlos Zubialde

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