Una vez más, el ayuntamiento de Madrid sigue apostando por la distribución aérea con drones en su ciudad, pese a todos los problemas que supone el mismo. No es la primera ocasión, ni será la última, el intento es loable, pero quedará por ver su alcance real.
Por el momento, lo que el Ayuntamiento de Madrid ha hecho es presentar su Libro Blanco de la Movilidad aérea urbana, según sus propias declaraciones, un paso decisivo en lo relativo a la regulación de la movilidad aérea en la capital de España.
Se pretende que este libro sea la base sobre la cual regular toda la movilidad aérea de la ciudad, y para ello han diseñado tres fases distintas, que deben de finalizar con el despliegue real de drones repartiendo en Madrid para el año 2032. La intención es empezar contando con una normativa aprobada por el consistorio, y se han dado como plazo el 2028, y el objetivo sea regular el reparto de medicamentos entre centros de salud o gestiones de emergencias, además de abrir la puerta a los primeros paquetes de distribución logística.
Y decíamos que el Ayuntamiento de Madrid vuelve a la carga con el tema de los drones, el reparto y la legislación, porque en el 2023 ya había creado la Comisión de la Movilidad Aérea Urbana, de cuyos trabajos son los recogidos en el Libro Blanco presentado ahora.
Uno de los puntos importantes y ciertamente “novedoso” es que la Comisión ha estipulado que el desarrollo debe de darse en 3 fases distintas, implementadas entre sí, y que finalicen con el despliegue completo en el año 2032, donde se supone podríamos ver drones repartiendo paquetes en los cielos de Madrid.
La primera fase se sitúa entre los años 2026 y 2028, y recoge el desarrollo normativo que antes citábamos, así como la coordinación con el marco autonómico, nacional y europeo, sin dejar de dar los primeros pasos con proyectos pilotos y el despliegue potencial de servicio de drones en zonas seguras y controladas. Otro punto a trabajar en esta fase será todo lo relacionado con los procedimientos y reglamentos de ocupación de espacios públicos, así como dotar a la policía de las herramientas para su vigilancia y cumplimiento.
Durante la segunda fase, en los años 2039 y 2031, vendría todo lo relacionado con la consolidación del marco de gestión, y el despliegue de los sistemas y procedimientos que garantices la seguridad, además de seguir trabajando en los proyectos y prototipos en entornos seguros.
Y la tercera fase sería ya a partir del 2032, que es cuando veríamos ya una expansión del uso de drones no solo en el reparto de paquetería, sino en otros ámbitos como el hospitalario y las emergencias. En sucesivos años, se supone que se desarrollarían más corredores, nuevas infraestructuras de despegue y aterrizaje, así como una actualización de la normativa, llegando a la total aceptación por parte de la ciudadanía de este medio de transporte de mercancías.
Ciertamente, se hace difícil visualizar a menos de 7 años vista una ciudad con drones de reparto, más cuando es una cuestión de la que se lleva hablando, debatiendo y escribiendo desde 2011, y compañías tan significadas como Amazon dejaron y cerraron las divisiones que habían creado para este tipo de reparto.
¿Estamos ante otro brindis al sol por parte del Ayuntamiento de Madrid?
El tiempo lo dirá.
Carlos Zubialde
contacto@informacionlogistica.com