Eslovenia ha decidido ampliar nuevamente los controles temporales en sus fronteras con Croacia y Hungría, extendiendo su aplicación hasta el 21 de junio de 2026. La medida, que inicialmente iba a expirar en diciembre de 2025, se mantiene debido a la evaluación del Gobierno esloveno de que el entorno europeo continúa marcado por amenazas significativas para la seguridad.
El Ejecutivo de Liubliana sostiene que la combinación de conflictos internacionales, tensiones geopolíticas y presión migratoria continúa generando un escenario inestable en la Unión Europea. La guerra en Ucrania, el incremento de amenazas híbridas y la persistencia de tensiones en Oriente Medio incrementan el riesgo de actividades ilícitas, especialmente el tráfico de armas y la actuación de grupos criminales transnacionales. A este contexto se suma la actividad de redes que facilitan el tránsito irregular de migrantes a través de los Balcanes Occidentales, un factor que Eslovenia considera especialmente sensible.
La prórroga de seis meses se justifica como una respuesta proporcionada al nivel actual de riesgo. Además, la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Italia en febrero de 2026 implica un refuerzo preventivo adicional en toda la región, motivo por el cual las autoridades no prevén levantar los controles antes de esa fecha.
Desde el punto de vista operativo, la policía eslovena aplicará controles selectivos centrados en prevenir terrorismo, extremismo y delitos transfronterizos. No obstante, el Gobierno subraya que se buscará evitar que estas medidas afecten de manera excesiva la movilidad diaria de los ciudadanos y la actividad económica.
En el ámbito del transporte por carretera de mercancías, la prórroga introduce un elemento adicional de incertidumbre. Aunque las autoridades insisten en que las inspecciones serán puntuales y basadas en criterios de proporcionalidad, la presencia de controles puede provocar demoras en los pasos fronterizos, especialmente en horas de mayor tráfico. Para los operadores logísticos y transportistas internacionales, esto podría traducirse en tiempos de tránsito menos previsibles, necesidad de planificar rutas con mayor margen y posibles costes adicionales derivados de esperas prolongadas o desvíos estratégicos.
Aun así, el Gobierno esloveno asegura que se trabajará para minimizar cualquier impacto en el flujo de mercancías, con el objetivo de preservar la continuidad de las cadenas de suministro que atraviesan este importante corredor centroeuropeo. El reto, según explica el comunicado oficial, será mantener el equilibrio entre garantizar la seguridad y proteger la eficiencia del transporte internacional de mercancías.
Carlos Zubialde
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