Tanto las empresas de logística como de transporte han alzado sus quejas contras las duras exigencias normativas que estipula la Unión Europea aplicada a los camiones de cero emisiones, y se pide una transición energética “justa y realista”.

Y sigue lloviendo sobre mojado, tanto que el sector del transporte, por medio de Iru, Clecat, el European Shippers’ Council y la Global Cold Chain Alliance, han terminado por enviar una carta a la Comisión Europea pidiendo una transición justa y real para incorporar los camiones de cero emisiones. Además, han señalado que, de no hacerlo, se pone en serio riesgo al sector y la transición energética de toda Europa.

Estas instituciones estiman que el marco actual supone una presión normativa que afecta al sector del transporte sin que se estén dando las condiciones más adecuadas, impactando y perjudicando la economía de estas empresas, su competitividad, y como consecuencia final, debido a lo estratégico del sector, la economía de la zona euro.

Se pone el foco desde el sector que para una transición energética justa y realista, es necesario un plan de incentivos a la compra que sea real y de aplicación práctica, una mejor red de recarga y un marco de financiación coherente para el sector, ya que las empresas de transporte no comprarán vehículos que no puedan usar o que supongan un coste que ponga en duda la viabilidad de las propias compañías como sucede en la actualidad.

Y es que parece que la Comisión Europea olvida que el sector del transporte está compuesto por pequeñas y medianas empresas, estimándose que el 95% de ellas están en este baremo, y que las exigencias normativas del camión de cero emisiones puede suponer una losa de tal calibre que un importante número de ellas se plantean el cese de la actividad ante la situación planteada.