Correos asegura su continuidad gracias a una inyección millonaria del Gobierno
Correos ha logrado evitar la quiebra gracias al respaldo financiero garantizado por el Gobierno, que ha incrementado sustancialmente su apoyo económico y ampliado las competencias de la empresa pública mediante un Real Decreto-Ley de medidas urgentes.

Correos ha logrado evitar la quiebra gracias al respaldo financiero garantizado por el Gobierno, que ha incrementado sustancialmente su apoyo económico y ampliado las competencias de la empresa pública mediante un Real Decreto-Ley de medidas urgentes.
En los últimos cuatro años, Correos ha acumulado pérdidas por valor de 700 millones de euros, una cifra alarmante que ha puesto a la empresa en una posición crítica. Este respaldo gubernamental, junto con la inclusión de Correos en la Agenda 2030 como una empresa estratégica, busca reforzar su papel en la cohesión social y territorial del país.
El Plan Estratégico de Correos, que se extenderá hasta 2028, supone un incremento notable en la financiación pública. Hasta ahora, la empresa recibía 110 millones de euros anuales, pero esta cifra aumentará hasta 250 millones de euros anuales, alcanzando un total de 1.050 millones de euros durante todo el periodo. Este apoyo permitirá a Correos continuar ofreciendo el servicio postal universal (SPU) más allá de 2024, incluyendo nuevos servicios como las notificaciones dentro de su ámbito. No obstante, la situación está en un incómodo "stand-by", ya que esa asignación estaba dentro del rechazado decreto omnibus, por lo que el gobierno tendrá que volver a plantearlo a la aprobación del congreso de los diputados.
Además, el plan contempla una inversión de 1.350 millones de euros, de los cuales 750 millones estarán destinados específicamente a la prestación de servicios públicos, como los financieros en áreas rurales. Este enfoque responde a la necesidad de compensar económicamente servicios que en otros países europeos, como Francia o Italia, ya reciben apoyo financiero.
La estrategia de Correos también incluye iniciativas destinadas a diversificar sus servicios y mejorar su eficiencia. Entre ellas, destaca la posibilidad de establecer un banco propio que garantice la accesibilidad a servicios financieros en todo el territorio, especialmente en zonas rurales. Paralelamente, se destinarán 600 millones de euros a la internacionalización y modernización de la compañía, con la adquisición de nuevas tecnologías y la mejora de procesos operativos clave.
El plan no solo aborda cuestiones financieras y operativas, sino que también pone el foco en las condiciones laborales de su plantilla. Se prevé la creación de entre 3.000 y 4.000 nuevos puestos de trabajo mediante ofertas de empleo público, la implementación de una jornada laboral de 35 horas y el estudio de la semana laboral de 4 días. Asimismo, se contempla la negociación de un nuevo convenio colectivo que incluirá mejoras salariales, fijando el objetivo de alcanzar un salario base de 2.000 euros.
Para abordar las pérdidas acumuladas, Correos llevó a cabo en noviembre una reducción de su capital social por un valor de 211 millones de euros, mediante la amortización de 211.521 acciones de su socio único, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Adicionalmente, destinó 62 millones de euros de la reserva legal y 183 millones para compensar las reservas negativas tras su fusión con Nexea en 2022, la filial encargada del servicio postal electrónico.
Correos también asignará 23,4 millones de euros para cubrir más pérdidas acumuladas y otros 5 millones de euros para adaptarse al nuevo Plan General Contable, con el objetivo de sanear completamente su patrimonio neto.
Aunque las medidas del Gobierno han proporcionado un respiro a Correos, el desafío no termina aquí. El compromiso de convertir a la empresa en un actor clave de la cohesión territorial y la inclusión financiera requerirá una gestión eficiente y sostenible, cuestión que jamás se ha dado en el operador público, ya que sus directivos son designados a dedo por el gobierno de turno.
La financiación asegurada y los nuevos proyectos estratégicos representan una oportunidad única para que Correos se reinvente, pero el éxito dependerá de su capacidad para implementar estas medidas de forma eficaz en un entorno logístico cada vez más exigente, cuestión para la que se tiene realmente poca confianza no solo en el presente, sino también a futuro.