El Gobierno ha dado un paso decisivo en su estrategia de reducción de emisiones al aprobar el plan nacional destinado a acelerar la descarbonización del transporte marítimo. Esta hoja de ruta se convierte en un elemento clave dentro de los objetivos marcados por la Estrategia Marítima Nacional 2025-2050 y la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, y busca alinear la actividad del sector con los compromisos internacionales adquiridos ante la Unión Europea y la Organización Marítima Internacional.
El plan, recientemente validado por el Consejo de Ministros, establece un conjunto de medidas que abarcan desde la transformación tecnológica de la flota hasta la promoción de nuevos combustibles de origen renovable. Con el fin de facilitar esta transición, el Gobierno ha reservado una dotación de 250 millones de euros para el periodo 2026-2030. Estos fondos están dirigidos a apoyar a las navieras en la renovación de buques, la transformación de embarcaciones ya operativas y la construcción de unidades diseñadas específicamente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Una parte esencial de esta iniciativa es el impulso a proyectos piloto vinculados a combustibles alternativos que ganan relevancia en el panorama internacional, como el amoníaco o el metanol de origen renovable. Estas tecnologías, todavía en fase de expansión, se consideran fundamentales para avanzar hacia una movilidad marítima más limpia y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
La financiación prevista procede de los ingresos generados por la inclusión del transporte marítimo en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión ETS. Los recursos se distribuirán mediante licitaciones públicas en las que las navieras interesadas podrán presentar sus proyectos, siempre que cumplan con los requisitos técnicos y ambientales establecidos.
El Gobierno, además, ha subrayado que realizará un seguimiento anual de las emisiones asociadas a los proyectos que reciban apoyo económico. Este control permitirá verificar el cumplimiento de los objetivos y garantizar que las iniciativas financiadas contribuyen de forma efectiva a la descarbonización del sector.
Con este plan, España busca situarse en la vanguardia europea de la sostenibilidad marítima, impulsando un modelo de transporte más eficiente, competitivo y alineado con las metas climáticas a largo plazo.
Carlos Zubialde
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