Tal y como se encuentra la situación mundial, nadie puede quedar extrañado cuando las empresas de transporte de paquetería digan que actualizaran sus tarifas, con un “potente” incremento en las mismas.
Los costes estructurales ajenos al combustible-este ya se actualiza mediante la cláusula de recargo que cada empresa actualiza mensualmente- hacen insostenible la situación de una mayoría de las compañías del sector, castigados ya de años anteriores, al venir trabajando con un margen operativo muy reducido.
La falta de personal cualificado, los altos costes en la adquisición de nuevos vehículos para sus flotas, la necesidad de transformar una parte de esa flota hacia vehículos eléctricos que permiten poder desarrollar la labor de distribución en las zonas de bajas emisiones de un buen número de ciudades, e incluso los altos costes en la adquisición de nuevas infraestructuras, empujan a las empresas a la presentación de unas tarifas sustancialmente más altas para el 2023.
¿Cuánto subirán?
Algunas compañías como DHL ya han comunicado que su subida de tarifas estará sobre el 8%, lo que nos da una pista sobre la horquilla en la que se pueden mover el resto de compañías. Es posible aventurarse que las tarifas tendrán una actualización de entre el 5% y el 10%.
Es posible también decir que estos porcentajes pueden ser superiores en el caso de algunos clientes puntuales; casi todas las compañías están analizando la rentabilidad de los clientes que más volumen inyectan en sus redes, para determinar escenarios futuros, es decir, que ocurriría si prescindieran de ese cliente o redujeran de forma muy considerable el volumen de envíos.
Algunas empresas se están apoyando en la tecnología para hacer esta simulación, mediante herramientas como los llamados “gemelos digitales”. Un gemelo digital permite poder modelar, por ejemplo, la red de rutas estructurales(nocturnas, aéreas, etc) en un entorno virtual; una vez se tiene el escenario, el gemelo digital carga los datos -envíos, rutas, kilos, volumen, etc-, y permite al usuario poder elegir acciones o variables como por ejemplo eliminar un cliente determinado. Cuando se realiza esta acción, el gemelo digital configura como quedaría la estructura de rutas nocturnas, por ejemplo, conociendo el impacto real en ocupación y en coste.
Apoyándose en la tecnología, las compañías determinarán no solo el precio de subida de sus tarifas de venta al público, también podrán aplicar una actualización a la carta, a cada cliente, en función del peso que este tiene en la organización, pero basándose en datos reales de impacto que pueden obtener mediante el uso de un gemelo digital, que dibujará en el entorno virtual el impacto real de reducir o aumentar la carga de un cliente concreto.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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