Y la propuesta es que los vehículos cero emisiones, en concreto los eléctricos, puedan realizar transporte transfronterizo, aunque tengan mayores masas y dimensiones, y estas excedan de lo establecido por normativa. Es un paso más, y es que las autoridades comunitarias, viendo que no logran que el sector haga el cambio a lo que ellos quieren, ponen encima del tablero soluciones que incluso empujan a cometer transportes con un mayor riesgo, como transportar mercancías por encima del peso máximo autorizado para un vehículo.
Para que esto no suceda, y sea legal, los ministros europeos de transporte han dado su visto bueno a la modificación de la directiva de pesos y dimensiones para los camiones eléctricos, retomando algo que no es nuevo, ya que en el 2023 se propuso esto mismo, pero quedo paralizado, hasta que ahora, indicando que se hace por “favorecer” la transición hacia un transporte más sostenible, el Consejo Europeo ha dado el visto bueno.
La propuesta, lo que viene a dejar negro sobre blanco es que se liberaliza la circulación del transporte de mercancías en lo relativo a los pesos y dimensiones, y así, empujar al sector para que afronte el cambio a este tipo de vehículo, eliminando una queja sectorial, y es que al aumentar el peso de las baterías, se pierde capacidad de carga, ya que el peso máximo autorizado era el mismo. Las autoridades creen y opinan que des tea forma, están impulsando la transición del sector hacia un transporte más ecológico.
Entrando en el detalle, en materia de masa máxima autorizada, se plantea que los vehículos de propulsión eléctrica cuenten con un margen adicional que compense el peso extra asociado a sus sistemas de almacenamiento de energía. Esta ampliación no sería uniforme, sino graduada entre dos y cuatro toneladas en función de si el vehículo dispone de cinco o seis ejes, con el fin de proteger la infraestructura viaria y evitar un deterioro prematuro de las carreteras.
En cuanto a las dimensiones, se considera oportuno permitir un incremento de hasta 0,9 metros en la longitud total de los vehículos de cero emisiones. Este espacio adicional está pensado para integrar de forma adecuada los componentes tecnológicos necesarios sin comprometer la operatividad del vehículo ni la seguridad del tráfico. Asimismo, se contempla la posibilidad de que los vehículos o conjuntos de vehículos de cero emisiones dedicados al transporte intermodal puedan operar a través de fronteras, aun cuando superen las masas o dimensiones fijadas con carácter general. Esta flexibilidad solo sería aplicable si el peso total cumple las limitaciones vigentes en los países implicados, garantizando así una armonización técnica que facilite la movilidad sin generar riesgos estructurales.
Lo cierto es que estos movimientos pueden colisionar con otros que la misma Comisión está manejando, como la no eliminación de los motores de combustión a partir del 2035, y es que el camión eléctrico sigue planteando los mismos retos que hace un tiempo, la autonomía, la falta de puntos de recarga, y su alto coste.
Carlos Zubialde
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