La tecnología se convierte en elemento de servicio de las empresas de transporte
Las nuevas tecnologías se están descubriendo desde hace ya unos años como la principal baza para las empresas de transporte en su carrera por crear un mayor valor en los servicios que ofrecen a los clientes

Las nuevas tecnologías se están descubriendo desde hace ya unos años como la principal baza para las empresas de transporte en su carrera por crear un mayor valor en los servicios que ofrecen a los clientes.
Además de la ya histórica “pelea” en el terreno de los precios de los servicios, las empresas de transporte llevan años investigando y aplicando los conocimientos que están adquiriendo mediante las innovaciones que se generan en el ámbito tecnológico, aplicando las mismas en los procesos.
De este modo, las compañías de transporte satisfacen los requerimientos y peticiones de un mercado cada vez mas exigente tanto en ámbito B2B, B2C como en el cada vez mayor mercado C2C. Las aportaciones que se hacen por medio de la tecnología aumentan la calidad del servicio y el valor añadido que el cliente experimenta, aun y cuando muchas de esas aportaciones no son visibles, ya que se aplican en las operaciones de cross docking por ejemplo.
La tecnología que primero se aplicó estaba muy relacionada con la identificación de la mercancía mediante sistemas de códigos de barras y RFID, tecnologías de movimentación automatizada de mercancías, tecnologías de trazabilidad, localización de paquetes y vehículos, terminando en la visibilidad total de la trazabilidad.
En la actualidad las tecnologías están enfocadas sobre todo en la planificación de la distribución, la planificación de las cargas y rutas tanto estructurales como de reparto, monitorización temporal de la ruta de distribución o la digitalización completa de la documentación de transporte (e-CMR, albaranes de entrega etc). Otros campos donde se trabaja de forma muy intensa está en fomentar una comunicación entre cliente y transportista, no solo en la monitorización de este último, sino también en la interacción entre ellos.
Y por último, es reseñable la inversión tecnológica que se está haciendo para ajustar y mejorar el servicio en un futuro, creando herramientas tecnológicas que permiten el diseño y simulación de las redes de distribución o sistemas de predicción de la demanda, que permiten modelar las estructuras tanto de instalaciones, rutas como de personal.