Nos las prometíamos muy felices en agosto a tenor de los datos expuestos por el Observatorio permanente de la morosidad y los pagos en el sector del transporte por carretera que elabora de forma mensual Fenadismer, la asociación de transportistas, pero más lejos de la realidad, los datos en septiembre han reflejado una subida.
En el mes de agosto, el plazo medio de pago por los servicios de transporte por parte de los clientes y cargadores se situó en 58 días, cifra récord y que además se situaba por debajo del plazo máximo establecido por la ley de pagos de transporte en España. Pero el mes de septiembre nos ha vuelto a poner en la cruda realidad, el plazo medio ha subido hasta los 61 días.
Para algunos, puede parecer poco pasar de 58 días a 61 días, más viniendo de tiempos mucho peores, pero eso no nos debe de ocultar la preocupación por el repunte en primer lugar, y además, este situé el plazo por encima del máximo legal. Y no es la única mala noticia, más de la mitad de empresas, el 51% del total, incumplieron la ley y no pagaron a sus proveedores de transporte dentro del plazo.
Se califica como de “leve retraso” lo que hacen el 70% de esa mitad de empresas que no pagan dentro del plazo legal, y que lo hacen entre 60 y 90 días. Pagar a 90 días no debería de considerarse un leve retraso, de la misma forma que no hay casi calificativos para un 6% de los clientes, que pagan a más de 120 días. Queda por ver la evolución durante el último trimestre del año, y si la convulsa situación económica no afecta a los pagos y estos vuelven a situarse por debajo del plazo máximo de los 60 días.
Carlos Zubialde
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