Según los datos de afiliación publicados por la Seguridad Social, el sector del transporte ha sido uno de los motores de la creación de empleo en España, pese a que los últimos datos ya comienzan a señalar el agotamiento y la moderación de ese crecimiento.

Los datos reflejan que el transporte y la logística han crecido en el último año un 6.2% en número de afiliados, frente a un 2.6% general, suponiendo cerca de 68.000 nuevos cotizantes en el sector, que pese a ser el segundo en el ranking absoluto detrás de la sanidad, que aumento en 70.000 nuevos afiliados, el tamaño de los empleados en uno y otro no tienen nada que ver, por lo que podemos decir que es mucho más relevante el dato del sector del transporte.

Como nos podemos imaginar, tanto patronal como sindicatos han “culpado” de este aumento de afiliados sobre todo al incremento de los envíos de comercio electrónico, y que, de igual forma, ha sido señalado por sindicatos y trabajadores como el elemento que está precarizando sobre todo la distribución de última milla.

Ópticas distintas

Ocurre de forma continua que patronal y sindicatos no ven los datos desde el mismo prisma, y el aumento de trabajadores y afiliados no es una excepción. Para la patronal es una ocasión excepcional que permite a España posicionarse como un gran polo y referente en la logística internacional, mientras que los sindicatos acusan que este crecimiento se está dando en áreas y actividades más precarizadas, como el de la distribución de última milla.

El Ministerio de Seguridad Social engloba al transporte y al almacenamiento en un solo epígrafe, dada la relación entre ambas actividades. En conjunto, el sector emplea a 1.152.100 personas, tras ese impulso de 67.600 empleados y del 6,2% en el último año. En el ejercicio anterior también avanzó con fuerza, un 3,8% (+39.800 afiliados), lo que le convirtió en el tercer sector que más creció, de nuevo con el doble de fuerza que el promedio del mercado laboral.

Con los datos en la mano, se observa que el incremento más importante se da en las denominadas como actividades postales y de correos. Este epígrafe agrupa el envío de paquetería en furgonetas y ciclologistica, que ha pasado de 106.100 afiliados en septiembre de 2024 a 138.900 en el último registro, un incremento del 30,9%. Otro importante avance es el del empleo en el transporte terrestre, en el que se encuadran los camioneros, con 21.700 empleados más. En total hay 691.600 empleados en transporte terrestre, lo que le convierte en la principal área del sector.

La última milla, cada vez más precario

Los análisis sindicales no están muy desencaminados cuando focalizan el crecimiento en actividades precarizadas como el del reparto de última milla. Detrás de la denominación de actividades postales, encontramos muchas empresas de transporte, sobre todo urgentes y locales, dedicadas al reparto y que están en este epígrafe, ya que es peor que el convenio de transporte para sus trabajadores.

Una gran mayoría de repartidores de furgoneta está en este tipo de empresa, con peores condiciones que los conductores de transporte pesado, donde además, los potenciales falsos autónomos, subcontratación o los ya habituales clanes familiares poco legales son una realidad del día a día.

Y los datos de las retribuciones así lo demuestran si acudimos por ejemplo a las encuestas del INE sobre coste laboral, las peores retribuciones de transporte se dan en las actividades postales que antes mencionábamos, con un coste salarial de 1.749 euros brutos al mes, lejos de la media española (2.417 euros), de los empleados en almacenamiento (2.724 euros)  y de sus conductores de transporte pesado con 2.254 euros.

No obstante, cuando se habla de retribuciones, es habitual también escuchar a la patronal indicar que los convenios y tablas salariales del sector son superiores a los de otros muchos sectores

Carlos Zubialde

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