Los pasos se siguen dando y el CNTC (comité nacional de transporte por carretera) ha recibido de parte del gobierno el borrador de la norma donde se contemplan los puntos acordados en el mes de diciembre, y que fue el origen de la desconvocatoria de la huelga de transporte anunciada.

La noticia ha levantado ampollas entre las empresas de gran consumo, que han alertado de un riesgo en su cadena de valor, que puede tener una repercusión en el alza de los precios. AECOC (la asociación de productores y distribuidores de gran consumo) ha comunicado que la aprobación del nuevo Real Decreto que regula el transporte por carretera ponen en riesgo “la competitividad y eficiencia” de la cadena de suministro.

AECOC sobre todo pone el foco en dos puntos que creen perjudica de forma muy importante sobre todo a pymes que según la asociación no podrán soportar el coste de las nuevas medidas, como son la prohibición que la carga y descarga sea realizado por el conductor así como la regulación de la cláusula de la revisión del precio del gasóleo.  

Para AECOC, literalmente  “la gravedad de algunas de las propuestas es tal que muchas de ellas podrían ver comprometido el buen funcionamiento de sus negocios e incluso su supervivencia”. Además, para la asociación estas medidas son de muy difícil cumplimiento y van a generar tensiones innecesarias en el sector, calificándolas de medidas incomprensibles e intolerables.

Resultaba incluso sorprendente que distintas asociaciones de cargadores como AECOC no hubieran puesto el grito en el cielo por los acuerdos entre el sector del transporte y el gobierno. AECOC por ejemplo demanda poder negociar la carga y descarga del conductor y la revisión del combustible, es decir, que la situación sea tal y como era antes de la firma de los acuerdos. En cierto modo es comprensible su posición, es con la que han podido trabajar hasta la fecha, y con muy buenos resultados para sus intereses, sin entender que casi siempre esos buenos resultados estaban alineados en contra de los intereses de sus proveedores de transporte.

Lo que no parecen comprender las asociaciones de cargadores es que la situación del sector del transporte es tan tan crítica, que en plazos medios pueden tener un grave problema: no tendrán forma de transportar sus mercancías porque la disponibilidad de vehículos será tan baja, que la subasta por ellos será de tal calibre, que quien está acostumbrado a pagar poco por el servicio, se quede sin opción.

¿Qué ocurrirá entonces?

Posiblemente, entonces se tengan que sentar las dos partes a negociar. Esperemos que no sea tarde para ello.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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