No habría ni que mirar los estudios que las distintas compañías de transporte realizan para ser conscientes del cambio producido en la forma de compra en España desde la llegada del comercio electrónico.

El cambio es tan profundo que es posible afirmar que donde al principio se podía decir que la comodidad era una de las palancas de compra (lo compro desde el sofá, y me lo trae un mensajero a casa), ha pivotado y se funde con otras motivaciones distintas, sobre todo por la incorporación de nuevas generaciones, más digitalizadas.

En la actualidad, el ahorro de forma global es la principal  de las motivaciones, lo que antes se miraba como comodidad, que alguien me haga la entrega en mi domicilio de mi compra, se ha tornado en ahorro (no gasto de mis recursos para desplazarme).

Es de resaltar también que el comprador español tiene actualmente un perfil mixto, siendo su estrategia mixta entre la compra en tienda off-line y las on-line, por lo de esta estrategia se desprende el actual auge del retail de proximidad o los supermercados de ciudad, en detrimento de los grandes hipermercados.

No obstante, la comodidad sigue también en niveles altos como motivación de compra, lo que nos tiene que hacer ver que la labor de toda la cadena logística que hay detrás de la entrega de un paquete en un domicilio es fundamental. El sector del transporte ha sabido adaptarse a la situación, la parte operacional está más o menos bien encauzada, ahora quedaría la económica, ya que estamos asistiendo a una clara degradación y precarización, sobre todo en el personal de distribución de última milla.

Carlos Zubialde

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