Si tiramos de refranero popular, se suele decir que no hay más ciego que el que no quiere ver, y nos viene como anillo al dedo la expresión para una situación que empieza a ser un problema crónico como es la falta de conductores en el transporte, y como algunos actores directamente implicados en el tema, no se dan por aludidos.

Y nos referimos en concreto a los cargadores, a los clientes, a los usuarios de los servicios de transporte, que no ven una implicación directa en la falta de conductores, como si esto fuera un problema exclusivo del propio sector, sin que ellos formen parte del mismo.

En algunas redes sociales este tema ya empieza a ser notorio, las quejas de las empresas de transporte son cada vez más notorias para con el tema, ya que todas terminan percibiendo por parte de sus clientes que la falta de choferes es "tú" problema en lugar de ser "nuestro" problema. Es cierto que la situación atañe al sector del transporte, pero tampoco debemos de olvidar que las exigencias de muchos cargadores no hacen posible mejorar la calidad de vida de los conductores, tales como las horas y horas de espera para cargar o descargar en sus almacenes u operadores logísticos.

Este tipo de prácticas son un claro incentivo negativo, no solo por las horas perdidas en los puntos de carga y descarga, sino que en muchas ocasiones, aún sabedores de la situación provocada, no se quiere afrontar el recargo que se estipula contractualmente en la LOTT por ejemplo.

Con todo ello, es cierto, los clientes no tienen choferes, pero contratan a empresas de transporte que si los tienen, y si estas terminan por no poder incorporar a nuevos conductores, no podrán poner a su disposición los camiones necesarios y sus mercancías difícilmente se transportarán.

Y además, en una situación de baja capacidad (cada vez hay menos camiones), ya no solo la disponibilidad será fundamental, en el momento en el que existan menos camiones, las tarifas pasaran a ser gestionadas por las empresas de transporte, y la subida de precios estará garantizada.

Por todo ello, es ciertamente sorprendente esta actitud de "no va conmigo" que tienen muchos cargadores, con una visión a muy corto plazo. Solo decirles que actualmente en España se precisan cerca de 21.000 choferes, pero ojo, que el problema es global, Alemania necesita 20.000 y Polonia 21.000. Recordar que son los 3 principales países con flotas de transporte, y si en las principales faltan 62.000 conductores, cuando se empiecen a jubilar muchos de los que están hoy delante de un volante (la edad media actual del transportista está cerca de los 55 años), igual es demasiado tarde....

Carlos Zubialde

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