La llegada de Pedro Saura a la presidencia de Correos, está destapando muchos de los problemas que, además de ser evidentes, eran conocidos y denunciados por sindicatos, clientes y otros actores del propio sector del transporte.

Y una de estas situaciones críticas se está viviendo en la distribución del correo ordinario, el del SPU (Servicio Postal Universal), zona de servicio exclusiva de Correos, y que se está viendo relegada por la distribución de la paquetería. Como han dicho algunos sindicatos con representación en el operador postal, "se está Amazonizando", buscando una mayor rentabilidad que venga a paliar su crítica situación económica.

El retraso de la entrega de las cartas para priorizar los paquetes está creando críticos retrasos de cartas, pero parece ser que la política de la nueva dirección de la compañía es priorizar, por un lado, la actividad que mayores ingresos le genera, y por otro, continuar con la reducción de costes, sobre todo laborales, eliminando muchos puestos eventuales que se habían creado en la etapa anterior.

Que la situación económica de Correos es muy crítica es una realidad, la presidencia anterior de Juan Manuel Serrano ha dejado un agujero de cerca de 1.000 millones de euros de perdidas en 6 años, y tapar ese desaguisado parece ser uno de los principales objetivos del Pedro Saura, el nuevo presidente, que viene avalado por la buena gestión que ha realizado en Paradores Nacionales.

Meterle mano a la parte de gastos laborales es en cierto modo lo más "normal" si consideramos que supone cerca del 90% del total de gasto, por lo que una reducción en esa partida, tendrá un efecto inmediato sobre las cuentas, y ahora lo que necesita Correos y sus dirigentes es eso, un poco de oxígeno.