En el sector del transporte y la logística, como es lógico, la variabilidad en los volúmenes de mercancías movidas es un indicador crucial para entender las dinámicas económicas y las tendencias del mercado, además de determinar la situación del propio sector.

Durante el año 2023, se ha observado un descenso en el volumen de mercancías transportadas por carretera en Europa, lo cual ha generado un debate significativo entre los profesionales del sector. El transporte es históricamente, el pilar fundamental de la logística en Europa, es un termómetro de lo que acontece en la economía de forma adelantada.

Sin embargo, los datos más recientes indican una reducción en los volúmenes movidos durante 2023, lo que ha despertado inquietudes entre los operadores logísticos y los responsables de transporte, no solo en el 2023 sino también en el actual 2024. Según los datos recopilados, el volumen total de mercancías transportadas se redujo un 3,2% en comparación con el año anterior, situándose en 1.857 billones de toneladas-kilómetro, una cifra que representa un retroceso notable respecto a los 1.919 billones de 2022.

Este descenso no se ha producido de manera uniforme a lo largo del año, sino que se mostró una tendencia negativa sostenida en todos los trimestres. En el primer trimestre de 2023, se registró una caída del 2,3%, seguida de un descenso más pronunciado del 3,6% en el segundo trimestre. Esta tendencia continuó con una reducción del 3,8% en el tercer trimestre y un 3,1% en los últimos tres meses del año. Como resultado, los volúmenes de mercancías movidos en la segunda mitad de 2023 se acercan a niveles similares a los observados en 2019, antes de la pandemia. Indicar que todos los datos son proporcionados por Eurostat.

Análisis regional

Al desglosar los datos por país, se observan variaciones significativas en los volúmenes de mercancías transportadas. Algunos países han experimentado caídas pronunciadas, como es el caso de Portugal, que registró un descenso del 16,4%, y Eslovaquia, con una disminución del 16,2%. Suecia también se encuentra entre los países con mayores retrocesos, con una caída del 11,5%. Estos descensos reflejan, en parte, las dificultades económicas y las perturbaciones en la cadena de suministro que han afectado a ciertas regiones de Europa.

Por otro lado, algunos países han registrado incrementos en los volúmenes de mercancías transportadas, destacando Lituania con un aumento del 17,3%, Dinamarca con un 8,2% y Chipre con un 7,8%. Estos incrementos están relacionados con estrategias específicas de expansión logística y la adaptación a nuevas rutas de transporte que han surgido como respuesta a los cambios en el comercio global que se han sufrido en Europa tanto por la invasión de Ucrania como por la situación política del medio oriente, que afecta al comercio marítimo.

Es importante destacar los principales corredores de transporte de mercancías en Europa, que continúan desempeñando un papel vital en la distribución de bienes. Los ejes que conectan Alemania con los Países Bajos y Polonia, así como el que une Francia con Bélgica, se mantienen como los más transitados. Asimismo, los corredores que enlazan España con Francia, Portugal y Alemania también figuran entre los quince más importantes de Europa en términos de volumen de mercancías transportadas.

Factores que contribuyen al descenso

El descenso en el volumen de mercancías durante 2023 puede atribuirse a una serie de factores interrelacionados. En primer lugar, la incertidumbre económica generada por la inflación y la inestabilidad política en algunas regiones de Europa ha tenido un impacto directo en la demanda de transporte de bienes. Las empresas han ajustado sus operaciones logísticas y reducido el movimiento de mercancías como una medida de precaución ante un panorama económico incierto.

Además, la transición hacia modelos más sostenibles ha comenzado a reconfigurar la logística en Europa. Con la creciente presión para reducir las emisiones de carbono, algunas empresas están optando por alternativas de transporte más ecológicas, como el ferrocarril o el transporte marítimo en algunas de sus rutas más importantes.

Otro factor a considerar es el impacto de las interrupciones en la cadena de suministro global, exacerbadas por los recientes conflictos geopolíticos. Estas interrupciones han afectado la disponibilidad de materiales y productos, creando un desequilibrio en el balance de las mercancías transportadas a nivel internacional (importación vs. exportación).

La disminución en el volumen de mercancías transportadas plantea además varios desafíos para el sector. En primer lugar, los operadores de transporte se enfrentan a la necesidad de optimizar sus operaciones para mantener la rentabilidad en un contexto de menor demanda. Esto implicar la implementación de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia operativa y reducir costos, situación que desafortunadamente no todos los actores del sector están pudiendo o queriendo hacer.

Por otro lado, las empresas de logística deberán adaptarse a un entorno en el que la sostenibilidad y la resiliencia son cada vez más prioritarias. La diversificación de modos de transporte y la adopción de soluciones más sostenibles serán esenciales para mantenerse competitivos en un mercado en constante evolución, que además es permanentemente escrutado por la Unión Europea con sus planes de descarbonización del sector.

En definitiva, la reducción de los volúmenes de mercancías que se han constatado en el 2023, y que el sector también detecta en el 2024, es otro de los importantes desafíos a los que se enfrenta un sector tan estratégico como lo es el transporte.

Carlos Zubialde

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