No podemos esconder que Amazon es una empresa “termómetro”, tienen la capacidad para poder detectar los movimientos de la economía antes que nadie, y ajustar su oferta a la misma. Por eso, cuando la compañía estadounidense anuncia que en USA alquilaran parte de su red logística a terceros por disponer de “mucho espacio”, o que en España suspendan la construcción de 4 centros logísticos, que unido a un quinto centro que anunciaron no abrir por problemas con el ayuntamiento de la localidad de Oiartzun (Gipuzkoa), es que algo está pasando en la economía.

Según la información difundida, el motivo de poner freno a los 5 centros de España es que ya tienen un exceso de capacidad para arrastrar y distribuir su mercancía, que traducido a palabras legibles, tenían una previsión de crecimiento que no se cumplirá y estos centros no son necesarios, pueden dar servicio con la estructura actual.

La compañía dice que el problema es la sobreoferta, que es un problema mundial, pero detrás de la sobreoferta está la contracción de la economía mundial, a las puertas de una recesión, según muchos analistas, que además puede ser de dimensiones desconocidas por la tipología de la situación actual.

Pero el problema del exceso de capacidad que tiene Amazon para la distribución no es de hoy día, en España es un problema que tienen localizado desde hace casi dos años. La empresa realizó una serie de cálculos de consumo para el 2021 y 2022 que no se han cumplido; es más, en muchos puntos de distribución han tenido cierto retroceso sobre el volumen de mercancía distribuida si se compara con el 2020, año del confinamiento.

El cambio de estrategia refuerza la política de distribución hacia un modelo más tradicional, anulando centros de reparto en ciudades secundarias para concentrar las mismas en centros situados en ciudades principales o puntos estratégicos, desde donde se “lanzan” los vehículos de distribución. Además, manteniendo los centros de distribución en las ciudades principales, se garantiza el reparto del porcentaje más elevado por la concentración de clientes que existe.

El caso de Amazon en España no es singular de la compañía, otras empresas logísticas en general han detectado la existencia de una sobreoferta en la península ibérica, readecuando su estructura o paralizando ampliaciones en zonas secundarias en su mayor parte.

Mientras muchas compañías industriales se afanan en aumentar sus stocks, el sector logístico  y de distribución afronta un periodo de “adelgazamiento” de estructuras, intentando, eso si, que esto no afecte a la calidad del servicio ofrecido al cliente.

Artículo de Carlos Zubialde

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