Como si fuera el cuento del lobo, las fechas llegan, y a partir del próximo mes de enero del 2024, con la entrada de la regulación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), en algunas ciudades seremos espectadores de situaciones realmente complicadas para sectores como el del transporte, que no podrán realizar su labor con normalidad.

El caso de Madrid es el más llamativo; el consistorio del alcalde Jose Luis Martinez-Almeida ha llevado la aplicación de la ZBE hasta un punto que no se pensaba que se llegaría nunca, y es que su reglamento es mucho más restrictivo de lo que era el ya famoso "Madrid Central" que proponía Manuela Carmena, la anterior alcaldesa, y que fue duramente criticado por Martinez-Almedida, que llego a decir que cuando llegará a la alcaldía, lo eliminaría completamente.

Tal es la cerrazón del Ayuntamiento de Madrid, que no han movido ni una sola coma de la normativa, que según varias asociaciones, tendrá como resultado a partir de enero que la mitad de los vehículos de reparto urbano no puedan acceder al centro de Madrid. El caos está tocando la puerta, las dificultades que supondrá esta normativa para la distribución urbana y la de última milla, tendrá una afección directa sobre los clientes y usuarios.

Algunos sectores, como los que estar relacionados con el Horeca, ya han puesto sobre la mesa el impacto económico que tiene esta normativa, tal cual está redactada y aplicada, para la economía de la ciudad. Solo basta recordar que el turismo es uno de los motores de la ciudad de Madrid, y flaco favor le hacen si la hostelería no puede ser abastecida con normalidad.

Tomarse la famosa caña de la que tanto presumieron en época de pandemia la presidenta de la comunidad, Isabel Diaz Ayuso y el propio alcalde Martinez-Almeida, igual pasa a la historia, porque no ha llegado toda la cerveza necesaria a los bares y restaurantes, porque no hay vehículos que los puedan repartir puntualmente.

Datos relevantes

AECOC, la patronal de los grandes cargadores, le han puesto cifras al impacto que puede tener a partir de enero la aplicación de la ZBE en Madrid. Según esta asociación, la distribución urbana de mercancías (DUM) supone actualmente el 45% de todo el parque de vehículos que circula por Madrid. De esta cantidad, un 50% se dedican al canal Horeca (hostelería y restauración), y el otro 50% a la distribución de paquetería, e-commerce etc.

Si a la entrada de la aplicación de la normativa, solo pueden acceder el 50% de las flotas, quedan pocas líneas de trabajo para mejorar la situación. El impacto inicial, sin duda, puede ser la de un desabastecimiento en canales como Horeca, y un retraso en la entrega de envíos, sobre todo cuando sean a domicilios particulares.

Las líneas futuras de trabajo pueden venir desde la colaboración entre empresas para la utilización al máximo de los recursos (camiones o furgonetas), las ayudas al cambio de flotas, y la búsqueda de entregas alternativas, sobre todo los tipos OOH en el caso del e-commerce, buscando entregas por medio de puntos de conveniencia, taquillas etc.

Pero son acciones a futuro, el mes de enero está a la vuelta de la esquina, y como la famosa historia del lobo, al final, llegará y todos sabemos como termina la historia....

Carlos Zubialde

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