No hablamos de un tema puntual, cada verano, cada vez que hay algún acontecimiento en Francia, como ha podido ser con los juegos olímpicos , o cualquier alerta de seguridad o terrorismo, de forma automática, los pasos fronterizos terrestres de Junquera e Irún son cerrados o sufren un importante control por parte de la gendarmería francesa.
El perjuicio e impacto que esto tiene sobre el sector del transporte en cuanto a la perdida de tiempo que se sucede por los problemas de tráfico que crean esos controles, está haciendo que sea el propio sector quien reclame actuaciones inmediatas y coordinadas, entendiendo que son situaciones que son previsibles en una gran mayoría de casos (vacaciones, festividades etc).
En especial, la situación que ocurre en la frontera guipuzcoana de Biriatou/Irún son tan recurrentes como que las localidades desde el año pasado, activan un plan de gestión del tráfico, por lo que blindan la ciudad y carreteras impidiendo a los coches extranjeros acceder a carreteras secundarias, teniendo que permanecer en la autopias AP-1 que lleva al paso fronterizo. Este operativo ha mejorado la situación de Irún en esos intensos días, pero eleva a colas kilométricas a turistas y transportistas, habiendo llegado durante este año hasta los 40 kilómetros de cola.
Ante esta situación, Fitrans ha planteado al Comité Nacional de Transporte de Mercancías por Carretera la necesidad de "exigir a los Ministerios competentes que realicen las gestiones necesarias con la administración francesa para garantizar la libre circulación de mercancías y personas en la frontera de Biriatou, cumpliendo el Acuerdo de Schengen.
Veremos si la situación en futuros veranos o medidas de seguridad que pueda establecer el país galo sigue teniendo el mismo impacto.
Carlos Zubialde
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