Los líderes de la Unión Europea deciden en cumbre si aceptan un acuerdo comercial con Estados Unidos con condiciones desfavorables o buscan negociar términos más beneficiosos
Los líderes de la UE deliberan sobre un acuerdo comercial con EE.UU., enfrentándose a decisiones que podrían modificar sus relaciones comerciales.

Los líderes de la Unión Europea (UE) se reunirán el próximo jueves para decidir si cierran un acuerdo comercial rápido con Estados Unidos, aceptando condiciones desfavorables para la UE, o si prefieren prolongar las negociaciones en busca de términos más beneficiosos. La fecha límite para tomar esta decisión es el 9 de julio, y el resultado podría marcar un punto de inflexión en las relaciones comerciales bilaterales.
Actualmente, la UE enfrenta aranceles impuestos por Estados Unidos que van desde el 10% en la mayoría de los bienes hasta el 50% en productos como acero y aluminio, y el 25% en coches y componentes. Washington también ha amenazado con incrementar estas tarifas si no se llega a un acuerdo en los próximos días. Por su parte, EE. UU. solo ha cerrado un acuerdo comercial con Reino Unido, manteniendo un arancel del 10% en sus exportaciones, y ha señalado que no reducirá estas tarifas con otros socios.
La Unión Europea está considerando responder con medidas de equilibrio, incluyendo la aplicación de aranceles sobre bienes estadounidenses por hasta 95.000 € y un impuesto digital dirigido a empresas tecnológicas como Google, Meta y Apple. Estas acciones buscan equilibrar la balanza comercial y presionar a EE. UU. para lograr un acuerdo más justo.
Además, el bloque comunitario ha propuesto reducir a cero los aranceles sobre bienes industriales en un acuerdo con EE. UU., así como explorar posibles compras conjuntas de gas natural licuado y soja. Sin embargo, Washington ha mostrado poco interés en estas propuestas, centrando su atención en aspectos considerados como barreras, como la fiscalidad europea y las regulaciones sobre plataformas en línea.
En paralelo, los líderes de la UE abordarán en la cumbre las preocupaciones de países como Eslovaquia y Hungría respecto a la eliminación de su acceso al gas ruso, un programa que busca eliminar todas las importaciones de gas procedente de Rusia para finales de 2027. Las garantías ofrecidas por la UE sobre el suministro energético podrían facilitar que estos países respalden las nuevas sanciones contra Rusia, previstas para su aprobación en la próxima jornada.
Mientras tanto, la UE también analiza la posible implementación de medidas de reequilibrio, incluyendo aranceles sobre bienes importados desde EE. UU. y un impuesto digital sobre las principales empresas tecnológicas estadounidenses, en respuesta a los aranceles unilaterales impuestos por Washington. La decisión final dependerá de la voluntad política de los líderes comunitarios y del plazo establecido para alcanzar un acuerdo que equilibre los intereses de ambas partes.