Es urgente cambiar el modelo del transporte

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Es urgente cambiar el modelo del transporte

La atomización de un sector, como el transporte, está en la base un buen número de los problemas que se presentan desde hace varias décadas.

Descripción

La atomización de un sector, como el transporte, está en la base un buen número de los problemas que se presentan desde hace varias décadas.

España es de los países que tienen empresas de transporte de menor tamaño en la Unión Europea, con una media de algo más de 3 empleados asalariados. El sector está compuesto por aproximadamente 450.000 asalariados y cerca de 110.000 trabajadores autónomos, siendo el 85% de las empresas microempresas o autónomos.

Y es precisamente esta atomización un grave problema, no solo para el sector, es un problema para la totalidad de la economía española. No contar con un sector robusto deja en manos de terceros y de situaciones externas el devenir de la economía española. No debemos de olvidar que el transporte es un sector esencial para el funcionamiento de cualquier economía, solo tenemos que recordar lo ocurrido durante la etapa de confinamiento en el año 2020, o como se pudo notar el paro indefinido llevado adelante durante el mes de marzo del 2021.

Este cambio debe de impulsarse desde la esfera política con la colaboración de todos los actores del sector, sin ellos podría volver a ser una decisión equivocada, tal y como se está viendo el actual modelo atomizados, promovido desde la legislación, donde se llega a declarar que el poseedor de una autorización de transporte supone automáticamente la exclusión como persona asalariada, aun y cuando se preste servicio de forma individual a una única empresa y se dependa al 100% de ella.

Y se debe además cerrar las puertas a la precarización y el fraude continuado, situación que actualmente se mantiene aún y cuando entran en vigor actualizaciones o nuevas legislaciones como la Ley de Transporte.

Un país que no cuente con un robusto sector de transporte demuestra una peligrosa debilidad, teniendo un serio riesgo de quedar en manos de terceros actores y circunstancias. Es deber de las clases dirigentes, así como del propio sector, afrontar un cambio drástico en el modelo de negocio.