La Unión Europea ignora a los transportistas en la planificación del futuro automovilístico
La Comisión Europea ha iniciado un ambicioso Diálogo Estratégico sobre el futuro de la industria automovilística, convocando a líderes del sector, interlocutores sociales y otras partes interesadas. Sin embargo, una vez más, los transportistas han sido dejados de lado en una discusión crucial que no

La Comisión Europea ha iniciado un ambicioso Diálogo Estratégico sobre el futuro de la industria automovilística, convocando a líderes del sector, interlocutores sociales y otras partes interesadas. Sin embargo, una vez más, los transportistas han sido dejados de lado en una discusión crucial que no solo afecta a los fabricantes de vehículos, sino también a quienes los operan diariamente para garantizar el movimiento de bienes y personas en toda la Unión Europea.
El sector del automóvil desempeña un papel clave en la economía europea, generando más de 13 millones de empleos y aportando cerca de un billón de euros al PIB. Además, su impacto va más allá de la producción, ya que es un pilar fundamental para la movilidad y la logística en todo el continente. A pesar de esto, la exclusión de los transportistas en este foro pone en duda la capacidad de la Comisión Europea para diseñar estrategias realmente integrales y eficaces.
Actualmente, más de un millón de operadores de transporte comercial por carretera en la UE gestionan una flota de más de 7 millones de camiones pesados, autobuses y autocares, además de 35 millones de furgonetas y taxis. Su papel en la cadena de suministro es indispensable, por lo que cualquier transformación del sector automovilístico debe considerar no solo la oferta de vehículos más sostenibles, sino también la demanda y las necesidades operativas de los transportistas.
Desde la IRU, su directora para la UE, Raluca Marian, ha señalado que cualquier estrategia eficaz para la industria automovilística debe contemplar tanto a los fabricantes como a los compradores de vehículos comerciales. No se trata solo de lo que se producirá, sino de quiénes serán los encargados de adquirir y utilizar estos vehículos en su operativa diaria. La omisión de los transportistas en este diálogo genera inquietud en el sector, especialmente ante la creciente presión regulatoria y los objetivos obligatorios de compra de vehículos con cero emisiones.
El transporte y la logística en la UE están en un proceso de transformación para alcanzar la neutralidad en carbono, alineándose con iniciativas como el Pacto Verde de la IRU. Sin embargo, este esfuerzo no puede realizarse sin la colaboración de reguladores, proveedores y transportistas. Para lograr una transición exitosa, es imprescindible que los operadores de camiones, autobuses, autocares y furgonetas sean incluidos en la planificación estratégica del sector.
La exclusión de los transportistas en este diálogo estratégico pone en riesgo la viabilidad de las políticas de movilidad sostenible impulsadas por la UE. Es crucial que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconozca el papel estratégico de estos actores y garantice su participación en futuras discusiones. Solo así se podrá diseñar una política de transporte y logística que realmente responda a las necesidades del mercado y contribuya a un futuro más sostenible y eficiente para toda Europa.