En los últimos años, el uso de nuevas tecnologías se extiende en las empresas de transporte y logística. Una de esas tecnologías es la Inteligencia Artificial, cuya aplicación en la logística de varias maneras, como por ejemplo:
- Para optimizar la ruta de los camiones y reducir costos de combustible y tiempo de entrega.
- Para predecir demanda y optimizar el inventario en función de esas predicciones.
- Para agilizar el proceso de empaquetado y distribución de productos en un almacén.
- Para mejorar la gestión de la cadena de suministro, permitiendo una mejor coordinación entre los distintos actores involucrados.
Pero vamos a detenernos en 3 de los principales usos operacionales en los que se aplica esta tecnología, podemos decir que de forma casi diaria y bastante generalizada:
- Optimización de rutas: Uno de los usos más comunes de la Inteligencia Artificial en logística es para optimizar la ruta, tanto en términos de distancia como de tiempo de entrega. Esto se puede hacer utilizando algoritmos de optimización de rutas, que consideran factores como el peso y el tamaño de los productos, el tráfico en las carreteras, y las restricciones de horario de entrega. De esta manera, se pueden encontrar las rutas más eficientes, lo que puede ayudar a reducir costos de combustible y mejorar la eficiencia en la entrega de productos.
- Predicción de demanda: Otro uso común de la Inteligencia Artificial es para predecir la demanda, con el fin de optimizar el inventario y evitar situaciones de rotura por falta o sobrestock. Esto se puede hacer utilizando técnicas de machine learning, que analizan datos históricos de ventas y otros factores relevantes para generar predicciones precisas sobre la demanda futura. Con estas predicciones, las empresas logísticas podrán ajustar su inventario y evitar pérdidas.
- Agilización de procesos en almacenes: La Inteligencia Artificial también puede ayudar a agilizar los procesos de empaquetado y distribución de productos en los almacenes. Esto se puede lograr utilizando tecnologías como el reconocimiento óptico de caracteres (OCR, por sus siglas en inglés) y la visión por computadora, que permiten la lectura automática de etiquetas y códigos de barras, así como el seguimiento de los productos en tiempo real.
Es conocido por todos que la Inteligencia Artificial puede ayudar a mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos logísticos, lo que a su vez puede contribuir a reducir costos y mejorar la satisfacción del cliente. Ahora es el tiempo donde este uso debe de "saltar" desde la parte operacional hacia el contacto con el cliente.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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