Brasil enfrenta disputa legal en la subasta del puerto de Santos por políticas de exclusión de operadores internacionales
Brasil enfrenta una polémica en la privatización del puerto de Santos, donde restricciones a operadores internacionales generan disputas legales y dudas sobre la transparencia.

Un proyecto millonario de R$ 5.600 millones (aproximadamente 1.000 millones de dólares) destinado a la expansión del puerto más concurrido de América Latina está en marcha y supervisado por la Agencia Nacional de Transportes Acuáticos (Antaq) de Brasil. Este megaproyecto busca incrementar la capacidad portuaria en uno de los principales puertos de contenedores de la región.
Sin embargo, la agencia ha establecido reglas que prohíben la participación en la primera ronda de la subasta a los operadores actuales, incluidos Maersk y Terminal Investment Limited (TIL), filial de MSC. Maersk ha señalado que estas restricciones constituyen una exclusión arbitraria que debilita la competencia al excluir a operadores globales con experiencia, y ha solicitado revisiones para garantizar un proceso justo y transparente.
Por su parte, TIL está evaluando acciones legales ante la posibilidad de que la justicia brasileña, en concreto el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), revise la legalidad del modelo de subasta impuesto por Antaq. La Fiscalía de Brasil, mediante una representación formal presentada ante el TCU, ha señalado que la política de exclusión podría violar principios constitucionales de proporcionalidad y certeza jurídica, además de advertir la ausencia de un análisis completo del impacto en el mercado portuario.
Desde Antaq defienden sus restricciones como una medida para reducir la concentración en el sector y promover la entrada de nuevos operadores. La autoridad portuaria ha aclarado que las empresas existentes podrán participar en rondas posteriores si renuncian a sus concesiones actuales, estableciendo así una vía para que los incumbentes sigan en el proceso si cumplen estas condiciones.
El resultado legal de esta disputa podría tener implicaciones de gran alcance en la política portuaria del país y afectar la confianza de los inversores en Brasil. Mientras tanto, en el ámbito de la innovación, Maersk ha lanzado una nueva plataforma digital, «Maersk Trade & Tariff Studio», para ayudar a los operadores logísticos a retomar el control en un entorno de comercio cada vez más volátil.
En el sector portuario, también destaca que Porto Itapoá ha adquirido cargadores eléctricos para contenedores vacíos y apiladores eléctricos, adoptando tecnologías más sostenibles. Además, a partir del 26 de junio de 2025, todos los barcos fuera de servicio en Brasil deberán reciclarse de manera segura, en línea con las regulaciones ambientales internacionales.