Donde parecía que todo el pescado estaba vendido, salta cierta sorpresa y es que el Ayuntamiento de Madrid se está "planteando retrasar la prohibición de circulación en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la capital a los vehículos sin el distintivo medioambiental. El delegado de Movilidad, Borja Carabante, presentará ante la Junta de Gobierno un informe clave para analizar la viabilidad de permitir la circulación de “determinados vehículos” sin etiqueta ambiental en la ciudad a partir del 1 de enero de 2025.
Esta fecha marca la entrada en vigor de la medida que prohíbe la circulación de los vehículos clasificados como A y empadronados en Madrid. La noticia fue adelantada por el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, durante un acto, y que ha provocado cierta sorpresa en sectores como el transporte o la distribución de última milla, y es que hasta ahora, la normativa prevista implicaba que, con el inicio del nuevo año, quedara prohibida la circulación de vehículos de gasolina matriculados antes del 1 de enero de 2001 y de los diésel anteriores a 2006. Estos vehículos tampoco podrán aparcar en la calle, bajo pena de una multa de 200 euros.
En relación con los avances en materia de calidad del aire, Almeida subrayó que noviembre de este año ha sido el mejor mes de la historia en términos de reducción de contaminación, con registros históricos que reflejan una mejora continua en el aire de Madrid. “Hemos vuelto a batir el récord histórico, y por tanto, la contaminación sigue descendiendo en nuestra ciudad”, destacó el alcalde.
El regidor también recordó que en 2025 se implementará una nueva fase de Madrid ZBE (Zona de Bajas Emisiones), que abarca toda la ciudad. Esta medida, aunque tiene excepciones para ciertos vehículos sin etiqueta —como los adaptados, los históricos o los de emergencia—, implica que los coches sin etiqueta ambiental empadronados en Madrid no podrán circular. Este veto ya afecta a los vehículos sin etiqueta de otros municipios, que actualmente tienen prohibido el acceso a la capital.
El informe busca proporcionar una base sólida para decidir cómo aplicar la normativa relacionada con las restricciones a los vehículos sin etiqueta ambiental a lo largo de 2025. Según el alcalde, los mejores datos de calidad del aire registrados hasta la fecha obligan a reflexionar sobre el alcance y las consecuencias de esta medida, por lo que la Junta de Gobierno valorará las recomendaciones del delegado de Medio Ambiente antes de avanzar en la implementación definitiva del plan.
Suena ciertamente desconcertante este cambio en un Ayuntamiento que ha pujado desde hace tiempo por la aplicación más restrictiva, y que no ha movido ni un solo centímetro su posición pese al rechazo desde sectores afectados, con los que no ha mantenido una cordial relación con respecto a este tema. Veremos los siguientes acontecimientos.
Carlos Zubialde
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