Si alguien hace 2 años nos dice que el concepto “just in time” en el transporte pudiera pasar a mejor vida, le tildaríamos de loco o de indocumentado como mínimo.
Pero la realidad es que en el año 2022, el concepto está “fuera de juego”, ahora mismo no encontraríamos a nadie que pudiera garantizar un servicio de este tipo en Europa. El encadenamiento de pandemia, crisis de semiconductores, materias primas y la invasión de -ucrania pro parte de Rusia, han creado una situación completamente desconocida.
El precio del transporte por carretera en Europa no ha conocido tarifas tan altas nunca según el estudio The european road freight rate development benchmark publicado por la IRU (Organización Mundial del Transporte). El momento es de tal locura que el índice del coste de transporte se encuentra en máximos históricos, un 7,5% más alto si se compara con la situación de hace un año. Y ojo que lleva cuatro trimestres consecutivos al alza….
El transporte y la logística se han convertido en lo que antes ya eran, pero de forma más notoria: la parte del negocio que puede suponer la diferencia frente a los competidores. Y como elemento “diferenciador”, el foco en la actualidad es mucho mayor; algunos han “descubierto” los problemas de su logística o de su cadena de suministro, e intentan imponer cambios que en ocasiones topan con la realidad cruda del momento.
Comprar el transporte barato ya no es posible; se unen varios factores que son elementos primordiales en el alza de los precios, tal es el caso del encarecimiento del combustible. El precio del combustible actualmente en países como España es casi un 50% más caro; con este panorama, era imposible que los precios no quedaran alterados al alza.
Pero el combustible es un elemento muy primario, pero existen otros elementos secundarios que están tensionando al sector del transporte; la falta de semiconductores ha provocado una gran falta de camiones nuevos, por lo que los precios de los mismos se han incrementado de forma muy notable, incluso en el mercado de segunda mano (se estima que en España el precio ha podido subir cerca de un 15%).
Otro elemento importante a tener en cuenta es la situación creada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Esta situación ha provocado dos situaciones distintas; la primera está relacionada con los choferes de nacionalidad Ucraniana, que han abandonado sus puestos de trabajo para volver al país. Y la segunda, el impacto sobre las flotas de transporte rusas que operaban en Europa, que han tenido que volver a su país debido a las sanciones impuestas por la Unión Europea.
Todo ello lo que está generando es una clara descompensación entre oferta y demanda; con una demanda desbocada y una oferta cada vez menor, el alza de los precios no es la única consecuencia. El servicio de transporte está sufriendo como consecuencia un mayor nivel de retrasos en las entregas de los envíos.
El control sobre la entrega de la mercancía transportada por carretera en Europa comienza a ser un quebradero de cabeza para las empresas; se estima que los servicios que no se entregan dentro de la ventana temporal asignada puede estar sobre el 25% en la actualidad. La cifra habla por si sola, el just ing time ha pasado a mejor vida….
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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