La ampliación de las masas y dimensiones en el transporte terrestre, como la ampliación de la capacidad de transporte a 44 toneladas, como era de esperar, tiene sus detractores como son las empresas ferroviarias, que por medio de su asociación ha presentado alegaciones a la modificación del reglamento propuesto por el Gobierno para el mercado español y también el europeo.

Esta organización ha presentado alegaciones a la propuesta que el Gobierno que es el último paso para aprobar un nuevo reglamento de vehículos que amplíe masas y dimensiones para el transporte terrestre en España. La asociación está plenamente alineada con la oposición que ya han expresado otras asociaciones y organizaciones del ferrocarril de ámbito europeo ante este importante cambio legislativo cuyo objetivo es ampliar la capacidad del transporte transfronterizo.

El reglamento ya ha sido aprobado en primera instancia por el Parlamento Europeo y ahora está siendo reglamentado por los distintos gobiernos de los países de la UE. Las asociaciones de empresas ferroviarias dicen oponerse porque la medida haría que la inter operatividad en el transporte combinado ferrocarril-carretera no sería posible, aunque detrás de su negativa pueden verse también otro tipo de motivos.

Análisis de la propuesta y el impacto en el ferrocarril

La Asociación Española de Ferrocarriles y Puertos (AEFP), emitió un comunicado poniendo de manifiesto las preocupaciones del sector ferroviario respecto a la reciente propuesta europea y española para el transporte intermodal y lo que supone la ampliación de las masas y dimensiones en el transporte terrestre. Según dicen, aunque ambas propuestas tienen como objetivo principal el apoyo y promoción del transporte intermodal, dicen que estas medidas no serán tan efectivas para alcanzar este objetivo como se pretende, beneficiando más al transporte terrestre.

Como es de suponer, el fin y objetivo final que supone para el transporte ferroviario supondrá una perdida competitiva. Desde ese punto, se hace mención de distintos aspectos operacionales para sustentar su "preocupación":

  • Las combinaciones modulares

Una de las principales preocupaciones es la gestión de las combinaciones más largas del sistema modular europeo, como los semirremolques extendidos y otras cajas de mayor dimensión. Estas combinaciones no pueden gestionarse adecuadamente según las asociaciones en el transporte combinado sin aumentar la complejidad operativa y logística. La mayoría de los semirremolques extendidos no son técnicamente compatibles con el material rodante intermodal.

  • Cambio de tipo de transporte

Como decíamos, el principal "problema" es el riesgo de cambio y traspaso de mercancía desde el ferrocarril a la carretera. Las asociaciones son muy conscientes de que con la nueva reglamentación de las 44 toneladas, muchos de los flujos que han ganado desde el ferrocarril pueden volver otra vez a la carretera, sobre todo porque el ahorro puede ser importante (llegan a calcular que entre un 7% y 25% por tonelada o metro cúbico)

  • Sostenibilidad e impacto ambiental

El ferrocarril pone la lupa que si ese traspaso de mercancía se produce, además del impacto económico se producirá un mayor impacto medioambiental al no reducirse la emisión de los gases de efecto invernadero (el tren emite menos emisiones de CO2 que el camión). De la misma forma que han valorado económicamente el potencial traspaso de mercancía, también lo han hecho en el caso de las emisiones adiciones de CO2, cifrando en 6.6 millones de toneladas adicionales (han calculado que el 21% de las mercancías de ferrocarril y el 16% de los de transporte combinado se pasarían al transporte terrestre).

  • Las infraestructuras

Como no podía ser de otra forma, y aunque como elemento "defensivo" de su posición, las asociaciones de ferrocarril ponen en foco en el deterioro que sufrirán las carreteras, poniendo el foco en que las cargas por eje aumenten en los camiones, provocando un deterioro de la carretera, y como ejemplo llega a indicar que diez camiones de 44 toneladas son más dañinos que quince camiones de 40 toneladas, debido al mayor desgaste que generan en las carreteras.

En definitiva, en todo esto al final cada uno viene a defender sus intereses, y el transporte por ferrocarril pone encima de la mesa sus buenas cartas (sobre todo el de la sostenibilidad) levantando el demonio habitual colgado al transporte terrestre, toda vez que pueden sentirse en cierto modo "traicionados" por los políticos europeos, que hablan mucho y bien del ferrocarril como elemento de transporte, pero ven que se sigue apoyando al transporte terrestre, que no olvidemos es quien hace el 95% de los movimientos de mercancía dentro de la UE.

Carlos Zubialde

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