Y si cada vez es más barato, menos ingresos y una rentabilidad raquítica siguen confirmando lo que ocurrirá en el futuro, y es que, con este panorama y el duro trabajo, ¿quién se atreve a incorporarse a este sector?

Entre todos, poco a poco estamos terminando con un sector que sí, fundamental para toda economía, pero a la que sistemáticamente maltratamos, y si no te lo crees, te pongo un ejemplo: los precios del transporte de mercancías en Europa del primer trimestre del 2024 han bajado, mejor dicho, han caído.

Ojo que los precios han caído, pero los costes no, estos han subido, por lo que tenemos la ecuación perfecta: menos ingresos y más costes.

El estudio trimestral llevado a cabo por Transport Intelligence, Upply y la Iru, indica que el causante de la caída de los precios es la debilidad de la demanda, haciendo que los precios desciendan un 2,6 % trimestral y un 1 % anual si hablamos de precios estables o tarifas, que en el caso de los precios spot o puntuales el descenso han sido de un 1,1 % trimestral y de un 8,2 % anual.

Todos en el sector cruzamos los dedos para que esta situación se estabilice, aunque siendo realista sabemos que como mínimo hasta después del verano, posiblemente octubre, esa estabilidad no se podrá lograr, y si se consigue, vendrá de la mano de una relajación de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, que significará que la inflación se está controlando.

Pero en el fondo, con los últimos datos económicos en la mano, tales como que España será la que más crezca de las grandes economías de la Unión Europea (de la mano del turismo claro), nos presenta un 2024 intenso, con un volumen de cargas a la baja y una "guerra" por captar las mismas más cruda que nunca.

Ojalá que no sea como la película de los inmortales, donde al final solo puede quedar uno....