El ritmo de instalación de puntos de recarga para los vehículos eléctricos en España es mucho más lento si se compara con otros países europeos. Los puntos de recarga en funcionamiento, en la actualidad, son tres veces inferiores a países como Francia y Países Bajos, o la mitad que Bélgica.
Durante el tercer trimestre en España se instalaron 2420 puntos de recarga, que supone un crecimiento del 10% respecto a los que había en el segundo trimestre, pero lejos, muy lejos de las cifras que ofrecen países como Alemania, donde en el mismo periodo han instalado casi 32000 puntos de recarga, que supone multiplicar por 13 la cifra de España.
Los datos han sido ofrecidos por Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), y demuestra que España se está quedando atrás en comparación con países que están apostando de forma más robusta y reglada por la electrificación del parque de vehículos. Mirando datos absolutos de puntos de recarga instalados en el tercer trimestre, España queda por detrás de Países Bajos (8340 puntos), Francia (8145) Dinamarca (3543) o Italia (3033 puntos de recarga).
Observando los datos absolutos, España estaría situada en séptimo lugar de un ranking de 27 países, con un total de 25180 puntos en funcionamiento, por detrás de Suecia, pero por delante de países como Austria.
El mayor pero lo encontramos en el tipo de puntos de recarga, ya que del total instalado el tercer trimestre, solo 63 puntos tienen una potencia de recarga de kilovatios superior a 150, una potencia que se considera como el punto mínimo para los vehículos eléctricos en viajes de larga distancia. Y los puntos de más de 250 kW, son han sido 52. El total de puntos instalados en España, el 74% son de baja potencia, lo que implica tiempos de recarga como mínimo de 3 horas.
Por último, los puntos de recarga pública total por millón de habitantes en España se sitúa en 531, lo que posiciona al país en el puesto 19 del ranking, y es que la media de los 27 países es de 1368 puntos de recarga públicos por cada millón. Con estos datos, sigue siendo todavía escaso el esfuerzo por empujar al cambio de la flota de vehículos, y eso que todavía no se ha comenzado de forma robusta con el sector del transporte