Hay ocasiones en las que las cláusulas de los contratos no se pueden cumplir; en ocasiones porque la cláusula es inasumible, otra porque alguna de las partes no tiene intención de cumplirla.

Hay una tercera, cuando los tiempos corren tan tan rápido que no es posible aplicar la misma.

Esto está ocurriendo ahora mismo con la cláusula de recargo de combustible en los contratos de transporte terrestre. Para calcular esta cláusula y ver su variación, se consulta el índice del ministerio de transporte del Gobierno de España, para luego calcular el precio según unas fórmulas (en futuros artículos ya te contaré como son esas fórmulas).

El tema es que ese índice no es diario, se toma cada mes; lo que ocurre es que por ejemplo esta semana el barril de petróleo ha estado subiendo y bajando como un yo-yo, entre 110$ y 140$, ambos muy alejados de los precios que tenían en diciembre.

Y esto es lo que esta “ahogando” a las empresas de transporte terrestre; recuerda que para ellas el coste del combustible puede suponer entre el 35% y 40% del coste total de la actividad.

¿Qué se pide?

Una intervención inmediata por parte de las autoridades, algo “excepcional” que permita poder seguir trabajando.

Es muy triste decir que parando tu actividad pierdes menos que trabajando. La situación es de emergencia, no solo para el sector del transporte, sino para todo el país.

Espero que las autoridades hagan algo de forma rápida y eficaz, por el bien de todos. Y que no nos hagan esto..

https://www.youtube.com/watch?v=uaeLtGvLxF0

Artículo de opinión de Carlos Zubialde

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