Algunos se pueden llegar a preguntar el motivo por el cual diversas empresas de capital riesgo están entrando en el sector del transporte por carretera, adquiriendo empresas flotistas, con remolques especializados en transporte de mercancía refrigerada. Uno de los motivos es que la principal mercancía que se transporta en Europa por carretera, es la alimentación, suponiendo cerca de un 17%.

Dentro del grupo de alimentación, Eurostat, para sus estudios, incluye tanto los alimentos sólidos, las bebidas y el tabaco dentro del mismo grupo, con un ratio durante el 2022 de unos 317.000 millones de tkm( toneladas-kilómetro). Es segundo grupo son los productos agrícolas, que suponen algo más de un 11%, por lo que entre ambos grupos, ya estaríamos frente a casi un tercio del tipo de mercancías que se transportan por carretera en Europa.

Como se puede imaginar, los principales países de fuera de la Unión con los que se ha mantenido mayor volumen e intercambio de mercancía son Suiza, Noruega y Reino Unido, países con los que se mantienen fuertes lazos comerciales, además de en casos como Suiza o Noruega, acuerdos preferenciales que felicitan el transporte de mercancías por carretera, frente a los problemas que está suponiendo el Reino Unido desde su salida de la Unión.

Por contra, otro tipo de productos han tenido retrocesos, caso de los productos químicos, fibras sintéticas, madera, productos de madera, el corcho o los muebles, que han visto reducir su tkm. Como motivo, la falta de claridad económica e incertidumbre, han pasado factura a este tipo de producto, muy enfocado y ligado al consumo.

Lo que sí queda claro es que cara al futuro, es posible que se siga observando una entrada de nuevos actores en el sector del transporte, y sobre todo, en empresas ligadas al transporte de productos perecederos, así como los ligados a la farma y salud, verdaderos puntales futuros en el consumo de una Europa cada vez más envejecida.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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