La congestión en el centro de las ciudades es un problema global en todas y cada una de las urbes del mundo. Los cambios de hábitos de los ciudadanos como por ejemplo las compras online, están suponiendo un verdadero problema de movilidad, y de sostenibilidad medioambiental. En muchas ocasiones se culpa a los sectores profesionales como el transporte, pero el gran volumen de vehículos que pueblan los centros de las ciudades, son particulares.

Las autoridades de todo el mundo intentan poner soluciones parciales mediante prohibiciones de acceso a ciertas zonas, asignando un rango según el tipo de vehículo, o restringiendo el acceso en días concretos (discriminando por matrículas pares e impares).

También encontramos ciudades que aplican tasas de acceso con el objetivo de promocionar el transporte público o más sostenible, mediante vehículos eléctricos o no contaminantes como las bicicletas.

Ante este panorama, el ciudadano de a pie está poco a poco cambiando sus hábitos de uso del vehículo particular; no solo por las restricciones, la llegada de la pandemia del Covid19, el auge del teletrabajo o las políticas de conciliación familiar o el alto coste del carburante hace que muchos se planteen la pregunta: ¿necesito un coche en propiedad, o no?

El sector automovilismo, no es ajeno a este cambio de hábitos; hace ya varios años detecto en el segmento de empresa el gran potencial de los servicios de renting, que actualmente utilizan muchas empresas de transporte para poder mantener una flota actualizada, moderna y segura.

El particular tiene unas necesidades distintas, la movilidad se entiende de forma “práctica”, el desplazamiento es el eje del uso del vehículo particular, mientras que en el caso de las empresas de transporte, la capacidad de carga es una variable muy importante.

Los coches de propiedad individual seguirán siendo una parte importante de este nuevo ecosistema, aunque los expertos tienen claro que seguirá siendo el medio preferido por el ciudadano normal para sus desplazamientos en la ciudad. Como segunda opción se encontraría el transporte público, trenes, autocares y autobuses siguen siendo un medio de uso importante. Pero también podremos encontrar otras formas de desplazamiento, como los coches que comparten trayecto mediante Apps, o el uso de vehículos por días, “el alquiler por tramos”.

En los años sucesivos veremos que en el centro de las ciudades se está produciendo una auténtica revolución , no solo en la gestión de las flotas de reparto de envíos de las empresas de transporte. El modelo clásico de propiedad está en peligro, surgen nuevos modos de transporte y crece la competencia de los proveedores de movilidad que conectan a los clientes con una red de servicios diferentes. Veremos qué profundidad toman las plataformas de VTC frente a otras nuevas fórmulas de acceder a los vehículos sin que estos sean en propiedad, y si todo esto hace efectivamente una palanca en la reducción del tráfico en el centro de las ciudades.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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