Las cifras parece que van dando la razón, y es que la ralentización económica tanto de España como el conjunto de la Unión Europea es patente, los volúmenes de todos los recorridos de transporte terrestre en el tercer trimestre del 2023 se han cerrado a la baja.

El 2024 se presenta con una máxima incertidumbre, al cual además se añade la entrada del nuevo gobierno en España, cuya cartera del Ministerio de Transporte esa ocupada por Oscar Puente, que ha declarado querer mantener los compromisos ya adquiridos en la legislatura anterior, pero que queda por ver si finalmente se materializan.

Los volúmenes de mercancías transportadas durante el tercer trimestre del 2023 haciende a 387 millones de toneladas, que supone una bajada de algo más de un 5% con respecto a la mercancía que se transportó durante los dos primeros trimestres del año, según se puede apreciar en los datos ofrecidos por el Ministerio de Transporte y Movilidad sostenible, dentro de su encuesta permanente del transporte por carretera. Y el temor del sector es que la tendencia del tercer trimestre, se mantenga durante el último del 2023 como se está apreciando, y que se extienda a los dos primeros del 2024.

Este pesimismo del sector, es patente en el día a día actual, con una reducción paulatina del volumen de cargas, sumando además a una inflación alta pese a su moderación, y una tasa de tipos de interés altos, que no ayudan e impactan en esa reducción de las operaciones, que como señalábamos, ya es más que patente y evidente. La reducción de los flujos es evidente en todos los trayectos, sean de transporte internacional o nacional, siendo por el momento más acusada la bajada de las operaciones internacionales.

¿Qué pasa con los precios?

La otra parte importante de las operaciones de transporte es el precio, y según esta encuesta del Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, los precios del transporte por carretera, se mantienen al alza. Por el momento, aunque la encuesta puede estar recogiendo los flujos de los meses de verano, donde posiblemente la disponibilidad menor de camiones, ha sido mayor que la bajada de las toneladas a transportar, han hecho que los precios hayan tenido una tendencia al alza.

Pero lo que desde el sector se señala es justo lo contrario. Si es cierto que hay una reducción de la demanda, pero también que se ha tenido que aplicar las cláusulas del combustible por una importante alza de los precios de los carburantes, siendo posiblemente esta parte la que hace que los precios globales de las operaciones de transporte hayan estado al alza.

No obstante, esto no reflejaría la realidad del sector, los precios netos están bajando, habiendo subido en aquellos flujos que estén bajo un contrato con revisión de la cláusula de combustible. Los cargadores, después de un periodo largo, están volviendo a tomar el mando de las negociaciones cliente-proveedor, sabedores que la realidad es que la demanda está a la baja. La proliferación de tenders y asignaciones contractuales han resurgido con fuerza, lo que está haciendo que los precios estén bajando de forma muy significativa, tanto que algunos portavoces del sector, declaran que se están pagando precios muy similares a los que se pagaban en el 2017.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

contacto@informacionlogistica.com