No es la primera vez que se escuche tal sentencia, y es que la diferencia entre empresas y sus servicios, se aprecia en su totalidad en los momentos en los que no todo sale como debería.

Cuando se asevera que la diferencia entre empresas, está en sus cadenas de suministro, se tiende a simplificar el término, para hacerlo comprensible. La realidad, la diferencia no está en sus cadenas de suministro, la verdadera diferencia está en como se gestionan cada una de las cadenas de suministro. Si dos empresas, compran al mismo proveedor, transportan vía marítima por el mismo recorrido, con la misma naviera y en el mismo barco, descargan en el mismo puerto, y hacen la entrega de superficie con el mismo proveedor de transporte, ¿dónde puede estar la diferencia?

La gran diferencia estará en las personas que gestionan esa cadena de suministro, simple y llanamente. Si el personal que gestiona esa cadena de suministro, en algún momento, ha olvidado una notificación a la aduana, o al proveedor, o han tenido un circuito rojo y no han sabido gestionarlo con la naviera, cuando hay un imprevisto, una incidencia, en ese momento en cuando encontraremos la diferencia.

Intentar eliminar los errores e incidencias es un objetivo loable, pero en realidad, es imposible de lograr. Existen múltiples factores que condicionan cualquier transporte como para poder garantizar el 100% de efectividad, pero es cierto que si no se intenta lograr esa cifra, la organización se relajará y el resultado será sensiblemente peor.

Si tenemos en cuenta que las incidencias ocurrirán, las empresas de transporte, todas, ya han escrito y trabajado en protocolos de actuación para cada caso. Saber que se debe de hacer y como actuar, es fundamental para poder reconducir la incidencia en el menor tiempo posible, y con la mejor opción posible en cada caso.

Entonces, si las empresas de transporte ya tienen estos protocolos, ¿cuál es el motivo por el que no se llevan adelante las acciones descritas en los mismos?

La respuesta es que los actuales equipos de operaciones de las empresas de transporte, sufren dos importantes males: la saturación de trabajo por operativo, y la falta de mano de obra en los equipos.

Se pone mucho el foco que en el transporte de que hay una falta de conductores muy importante, pero no se pone el foco que esa falta de mano de obra, también afecta a los equipos de administración, incidencias, operativa o tráfico de una empresa de transporte. Y ante la falta de mano de obra, en ocasiones por falta de candidatos, en otras por la política de la propia empresa de no querer reforzar esos equipos, lleva a que la gestión de las incidencias sea muy mejorable, en la mayoría de los casos.

Aun siendo España uno de los países de la Unión Europea con mayor tasa de paro, es llamativo que muchas empresas de transporte no logren contratar personal para sus equipos de operaciones, por ejemplo. Esto nos debe de llevar a una reflexión sectorial, para analizar de forma autocrítica, que se debe de hacer para cambiar la tendencia. Lógicamente, la parte salarial es importante, pero hay muchos otros aspectos que hacen del transporte un sector poco atractivo para muchos trabajadores.

Carlos Zubialde

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