La tecnología de visión artificial, basada en inteligencia artificial, tiene claras aplicaciones en el sector del transporte y la logística, por lo menos en el plano teórico, pero no tanto en el práctico.

Este tipo de tecnología es escuchada con mucho interés por el sector, pero su aplicación en el plano práctico, es todavía muy escaso. Se cree que en el futuro, estas aplicaciones pueden ser más masivas, pero de lo que no se habla es del coste que tiene implantar la visión artificial, sobre todo, en el nivel de entrenamiento que precisa.

Es cierto que la inteligencia artificial capacita a las empresas en la mejora de sus procesos, minimizando costes, mediante la reducción de costes e ineficiencias; y la visión artificial, sobre todo en los planos más operativos, los relacionados en lo tocante con la gestión de la mercancía, tiene un muy interesante recorrido, así como en las parcelas relacionadas con la seguridad (accesos de zonas, análisis y monitorización de mercancías etc.). Pero la realidad es que estas aplicaciones, aún y cuando la tecnología, avanza de forma rápida, no están todavía siendo implementadas de forma robusta. Encontramos muchas declaraciones de intenciones, pero en realidad, parece que las compañías de transporte y logística, no encuentran de forma real las a´reas de oportunidad real que aporten los beneficios que sobre el papel se puede presuponer.

El aspecto de implantación más inmediato puede ser por ejemplo el relacionado con el área de seguridad de la mercancía almacenada en cualquier operador logístico. Habitualmente, estas mercancías, están depositadas en palets, y los operarios deben de hacer inspecciones periódicas para ver qué palet puede estar cediendo en su base o puede estar inclinándose de forma peligrosa. Estas operaciones son mucho más importantes de lo que se puede suponer, ya que un palet de este tipo, si colapsa, puede ocasionar una reacción encadena y hacer que todo el almacén pueda correr un real peligro de colapso.

Pero esta "sencilla" aplicación, aún y cuando la visión artificial es una tecnología muy prometedora, presenta un gran reto en el "entrenamiento". Cuando se habla de aplicar visión artificial en operaciones logística, casi nunca se hace mención al mayor de los retos, y es toda la fase inicial que precisa este tipo de tecnología, que tiene que ser entrenada con miles de imágenes, para que comience a tener un entrenamiento de saber que tiene que contar y que eliminar de una imagen, así como determinar en que caso y estado (la inclinación de x grados por ejemplo).

Esta labor es manual, ese entrenamiento requiere ser realizado por personas que van "etiquetando" las imágenes (que debe de ser contado, y qué desechado). Pero el mayor de los problemas, no es solo el entrenamiento, que tiene un coste y tiempo, el mayor reto es la luminosidad y brillo de las imágenes. La tecnología actual requiere que las imágenes que deben de ser analizadas, tienen que tener una luminosidad ya determinada, un brillo en el pixelado, así como el ángulo de las imágenes. Dos imágenes de un mismo palet, tomado desde dos ángulos distintos, no puede ser comparado todavía por la visión artificial con un porcentaje elevado de éxito.

Es importante no quedarse en la parte superficial de las noticias donde unen tecnología y transporte/logística, y es que en muchas ocasiones, opciones y aplicaciones que pueden parecer de una sencillez asombrosa, son posiblemente uno de los retos más importantes.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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