No revelamos ningún secreto al decir que las cadenas de suministro actuales viven en un tensionamiento continuado y perpetuo; situaciones como la pandemia del Covid19, problemas como el surgido al encallar el buque Ever Given, el alza de los costes de las materias primas o la invasión de Ucrania por parte de Rusia, añaden incertidumbres a una actividad de por sí estresante y que en ocasiones vive en el filo de la navaja.

La capacidad de transporte, sea cual sea la modalidad, es cada vez menor, lo cual contrapuesto a una demanda en ocasiones disparada o inesperada por ciertos acontecimientos, generan un mayor alargamiento de los tiempos y plazos del supply chain. Ese alargamiento supone perdidas en las ventas para muchas compañías, un mayor inmovilizado de productos o clientes insatisfechos. Todos ellas, mala señales.

Las compañías que son capaces de poder reaccionar a tiempo serán las que puedan minimizar estos impactos negativos sobre sus operaciones y sobre su cuenta de resultados. La información es no solo primordial, es la base sobre la que poder trabajar en modelos de tanta incertidumbre. La monitorización de las operaciones de supply chain en tiempo real son imprescindibles, aunque en ocasiones esto no este siendo posible al 100%.

El sector del transporte históricamente ha implementado avances tecnológicos que permitan mejorar su operativa, como ejemplo podemos decir que en el año 2000 las empresas de transporte urgente ya ofrecían seguimiento online de los envíos a los clientes. Esto no quita para que hoy día la visibilidad de los envíos sea la óptima, sobre todo cuando se implica a varias partes (empresas distintas) o varios tipos de transporte.

No solo hablaríamos de trazabilidad en tiempo real de toda la cadena de suministro, en ciertos casos como el transporte marítimo, esa visibilidad además podría ser la base de una “predicción de llegada” de los barcos a los puertos de destino, obteniendo el cliente no solo la visibilidad en tiempo real, sino una ETA (Estimated Time of Arrival o tiempo estimado de llegada) real, que permita poder dimensionar los recursos necesarios (personal y equipos) para la recepción de la mercancía.

Podemos afirmar sin problema que la visibilidad 360º y en tiempo real es la base de trabajo imprescindible para la gestión de la cadena de suministro actual.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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