Como si fueran las dos caras de una misma moneda, así deberíamos de definir lo que es la transformación digital en el sector del transporte. En la cara, encontraremos titulares llamativos, servicios exclusivos, basados en tecnologías punteras, que son gestionadas por equipos de innovación (si, en transporte existen también empresas que tienen departamentos de innovación). Y en la cruz, nos encontramos, por desgracia, la realidad, el día a día, es decir, el papel, el bolígrafo y los métodos heredados desde hace décadas.

Y por desgracia, la realidad, sin paños calientes, es que en el sector, la cruz es más habitual que la cara. Las empresas que trabajan con métodos y herramientas, digamos que digitalmente muy mejorables, son mayoría. Es de sorprender que un número importante de empresas, en pleno año 2023, donde la digitalización es una palanca de mejora de negocio indudable, siguen haciendo las planificaciones de distribución, asignación de recursos o el control de flotas, con herramientas de "andar por casa", donde el excel sigue siendo el rey.

Excel, la herramienta "digital" sin la que una buena parte de la industria del transporte no podría afrontar las operaciones del día a día. Es verdad que los TMS están también muy implantados, pero la combinación excel-operador de tráfico, sigue siendo actualmente todavía de mayor importancia.

Es también lícito preguntarse, el motivo de este doble juego; mientras muchas empresas se muestran en su publicidad y mensajes en redes como vanguardia tecnológica, la realidad esconde otro escenario muy distinto. Incluso podemos señalar que muchos equipos de transformación digital, innovación y similares nombres, en realidad, disponen de poco margen real de trabajo para transformar digitalmente sus compañias, o están compuestos por perfiles que desconocen hasta donde pueden impactar las tecnologías en sus negocios.

Sea un caso, sea el otro, la realidad es que el uso de tecnologías como la Inteligencia Artificial, el Big Data, la Visión artificial o el Blockchain, están en realidad en porcentajes muy bajos, realmente bajos, incluso en compañías que lanzan múltiples anuncios y servicios que dicen basarse en ellas.

¿Y el cliente que pinta en todo esto?

Esa debería de ser la pregunta más importante, ¿cómo impacta en el cliente nuestra transformación digital? Si eres cargador, creo que ya sabes la respuesta, y si perteneces al sector, deberías de preguntártelo, eso sí, eliminando el control de las operaciones logísticas, que es donde se pone el foco siempre.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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