Según se desprende de los datos, el índice europeo de tarifas de transporte por carretera, siguen a la baja en el segundo trimestre del 2023. Detrás de esta bajada de tarifas encontramos una menor demanda de transporte de mercancías por carretera, fruto de la ralentización que está sufriendo la economía de Europa, y más acusada en países que son motores de la misma, como lo es Alemania.

Esta disminución se aprecia sobre todo en las tarifas a corto plazo, más conocido como precios spot o puntuales. Los altos precios al consumo, la inflación y la bajada de la demanda están creando un escenario de reducción que impacta directamente en el mercado del transporte terrestre, donde aun reduciéndose la disponibilidad, esta todavía es lo suficiente como para poder dar soporte al mercado, que le presiona en la bajada de los precios de los servicios.

La cifra de reducción de disponibilidad la podemos ver con la reducción del número de conductores, que según IRU, que cifra en un 7% los puestos de conductores vacantes en Europa, lo que demuestra que la reducción de disponibilidad se ralentiza menos que la de la demanda, por lo que el cargador puede todavía negociar la reducción de los precios del transporte, sobre todo en los mercados spot o precios puntuales.

Y como ocurre habitualmente cuando el mercado spot cae, es que muchas empresas de transporte vuelven a participar de las grandes licitaciones o contratos que suelen publicar industrias como el de la automoción, intentando "colocar" la flota en rutas y trayectos estables, ahora a un precio muy similar al del spot, lo que permite a las empresas poder planificar mejor sus operaciones.

Es cierto, también, que estos movimientos son cíclicos, posiblemente durante el 2023 podamos seguir viendo esta misma situación, que puede cambiar radicalmente por cualquier situación mundial que acontezca. Pero esto no debe de desviar el verdadero problema, que en el 2023 exista todavía disponibilidad, no garantiza que en el futuro siga existiendo. Se estima que en Europa, en el plazo de 5-10 años, se jubilaran algo más de un millón de conductores, o se actúa ya o el problema tendrá difícil solución futura.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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