La tecnología avanza a pasos agigantados en la actualidad, y las empresas de software están buscando en la última tecnología de IA una forma de dar sentido a vastos almacenes de datos, mejorar las decisiones logísticas y la gestión de inventarios. Los expertos en logística intentan averiguar si el último avance en inteligencia artificial, un chatbot que está basado en el procesamiento natural del lenguaje (ChatGPT, Bard etc), y que ha desencadenado una carrera mundial por perfeccionar la tecnología para tareas laborales, puede “ayudarles” diciendo cómo arreglar sus cadenas de suministro.

Grandes proveedores de software tienen en marcha programas de investigación para estudiar cómo la tecnología conocida como IA generativa puede mejorar la previsión, el aprovisionamiento, la gestión de inventarios e incluso los pormenores de las decisiones de envío, almacenamiento o predicción.

La tecnología de NPL (Procesamiento del lenguaje natural) mediante chatbots es la última innovación en la cadena de suministro que está atrayendo la atención de las empresas. Se espera, incluso podemos decir, que se desea, que estos chatbots sean capaces de responder preguntas complejas y ofrecer soluciones en tiempo real. Con el tiempo, las empresas de transporte y logística quieren que esta herramienta intente responder a preguntas como "¿cuál es la opción más rentable? ¿Cuál haría más felices a mis tres principales clientes?".

De esta manera, los chatbots se presentan como una herramienta muy valiosa para abordar las cuestiones prácticas que subyacen a las operaciones logísticas, lo que podría resolver un problema importante para las empresas sobrecargadas de información.

A pesar de las expectativas que rodean a la tecnología de estos “nuevos” chatbots, hay retos que superar. A veces, la tecnología da respuestas inexactas basadas en la información con la que ha sido entrenada. Por tanto, confiar en programas como ChatGPT para tareas críticas en la planificación de la cadena de suministro plantea grandes retos. No es descabellado afirmar, qué opciones como ChatGPT pueden actuar (y lo hacen), como el “cuñado que todo lo sabe”, eso sí, desde la barra del bar.

Las respuestas a este tipo de preguntas, si se plantean en un chatbot “abierto”, es decir, no entrenado con preguntas y segmentos de respuestas preestablecidas, nos puede dar como contestación algo inverosímil. La respuesta será totalmente cordial, con todo el sentido del mundo, pero por ahora, su veracidad solo se basará en el set de datos con el que está entrenado, y que puede no ser la respuesta correcta. Ante el futuro planteado de que se pueda preguntar a un chatbot cómo satisfacer un gran pedido y obtener una respuesta con las opciones más baratas y rápidas, queda todavía años de desarrollo. Sin embargo, el potencial de la tecnología de chatbots es muy grande.

Los chatbots se acercan a las cadenas de suministro, y aunque la tecnología todavía tiene algunos desafíos por superar, los expertos en tecnología logística afirman que se centran en la capacidad de la herramienta para digerir ingentes cantidades de datos y ofrecer conclusiones claras y útiles. Esto podría revolucionar la forma en que las empresas gestionan sus operaciones logísticas y mejorar su rentabilidad a largo plazo, pero para eso, todavía quedan unos cuantos años, por mucho que el marketing nos venda lo contrario.

Artículo propiedad de Carlos Zubialde

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