El Gobierno parece que se desdice a sí mismo y finalmente sigue insistiendo en subir los impuestos del diesel para equipararlos a los de la gasolina, y eso que hace pocas semanas el congreso de diputados rechazó el intento del Gobierno por subir los mismos.
Y es que el compromiso que tiene el Gobierno con Bruselas está encima de la mesa, el ejecutivo había acordado con la Unión subir los impuestos del diesel (los especialistas han llegado a estimar que podrían ser unos 10 céntimos por litro aproximadamente), y lo intento al incorporarlo en el paquete fiscal que se votó primero en la Comisión de Haciendo y luego en el pleno, siendo rechazada en ambos casos.
De haberse aprobado la equiparación de impuestos que, como indicamos, fue rechazado, los tipos del gasóleo de uso general y los biodiésel para carburante habrían subido a 400,69 euros por 1.000 litros, frente a los 307 euros actuales, que hubiera supuesto un 30.52% de subida. El gasóleo profesional, que permite la devolución de parte de los impuestos a la mayoría de transportistas, estaría exento de esta subida. Sin embargo, los transportistas ligeros de mercancías (todos aquellos que se dedican a la mensajería, pequeña paquetería y última milla) que no tienen acceso a este beneficio, se verían afectados, lo que generó el rechazo de las asociaciones de transporte en su momento.
Según distintas informaciones que se han publicado en los últimos días, el Gobierno planea reintroducir esta medida en un decreto ley que se aprobaría antes de fin de año, aunque el Ministerio de Hacienda no lo ha confirmado oficialmente. Parece que finalmente este impuesto será una realidad aunque sea utilizando una "puerta trasera", y es que el compromiso con Bruselas es firme, pese a que ello suponga una subida para la población en general, y vuelva a amenazar a sectores como el del transporte ligero.
Carlos Zubialde
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