La atomización del sector del transporte en España siempre supuso un lastre para las reivindicaciones; la poca presencia de los sindicatos más “tradicionales” dentro del sector, sumado a las innumerables plataformas y asociaciones de transportistas autónomos, en ocasiones crea una desunión que tanto la patronal como los gobiernos de turno han podido y sabido aprovechar.
Pero la situación actual del transporte de mercancías por carretera puede acabar provocando una imagen bastante “extraña”: la unión de dos colectivos tan enfrentados como la patronal y los sindicatos y colectivos frente al Gobierno.
La patronal encabezada por la CETM, Astic y Fenadismer tienen convocado una huelga para los días 20,21 y 22 de diciembre, con el objetivo de denunciar el absoluto abandono del sector y exigiendo mejoras para el sector. En un principio, los sindicatos y asociaciones no se han unido a esta movilización; los primeros fueron atacados públicamente en distintas redes sociales por la patronal por ello mientas que otras asociaciones han manifestado estar en línea con las peticiones de la patronal, peo no quieren secundar la huelga al entender que es la propia patronal la que en muchas ocasiones actúa como hilo conductor de algunas de las reivindicaciones como por ejemplo la prohibición de la carga y descarga por parte del conductor, acción a la que la patronal puede negarse a realizar frente al cargador, pero no lo hace según las asociaciones, pero solicita esa prohibición ahora al gobierno.
En un giro de los acontecimientos, sindicatos como CCOO, posiblemente viendo que se pueden quedar “desplazados” de las movilizaciones y de su peso en el sector, amenazan con movilizarse para protesta contra las malas prácticas empresariales en el sector. Según CCOO, los problemas del sector del transporte son laborales y en consecuencia, responsabilidad de las prácticas empresariales. Reclaman que se prohíba que la carga y descarga la hagan los conductores, a los que se obliga “a cargar y a descargar gratis la mercancía a pesar de que esa tarea no le compete según el convenio”.
La presión de los precios
CCOO pone el foco es en la competencia desleal mediante los precios que la propia patronal fomenta con la deslocalización de sus empresas, generando un “dumping social” con el objetivo de poder acceder a los contratos de los grandes cargadores, siempre gestionados mediante tenders. Este dumping social según el sindicato es una práctica habitual desde hace casi 2 décadas; consiste en ubicar el domicilio social de la empresa en países distintos a donde se desarrolla la actividad, normalmente países de Europa del Este, con una fiscalidad y costes sociales mucho más bajos que les permite pagar menos salarios.
Otros aspectos sobre los que pone el foco el sindicato se relacionan con los ingresos menguantes del sector, que cobra menos por su actividad que hace 20 años, y donde se dan “trucos” para pagar menos impuestos como pagando parte de la retribución variable como dietas, que no cotizan y que van en perjuicio del propio estado y del trabajador, al reducirse su base de cotización.
Queda claro que la lista de peticiones que realiza CCOO están en boca de todo el sector, pero surge la gran duda sobre el momento, pareciendo que la salida a la palestra de los sindicatos en el momento donde hay una movilización patronal encima de la mesa, es más “empujados por la situación” que por iniciativa propia. Veremos si la petición de CCOO de mantener una negociación a 3 bandas (Gobierno-patronal-sindicatos) se materializa, pero lo más importante no es la mesa, sino lograr una real mejora de las condiciones de trabajo de los profesionales del sector del transporte de mercancías por carretera.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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