DSV refuerza su estrategia para minimizar la fuga de clientes en la integración de Schenker

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DSV refuerza su estrategia para minimizar la fuga de clientes en la integración de Schenker

La integración de empresas suele venir acompañada de incertidumbre y movimientos estratégicos por parte de los actores implicados. DSV, el gigante danés del transporte de mercancías, se encuentra en pleno proceso de absorción de la alemana Schenker, una operación que busca consolidar su posición en

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La integración de empresas suele venir acompañada de incertidumbre y movimientos estratégicos por parte de los actores implicados. DSV, el gigante danés del transporte de mercancías, se encuentra en pleno proceso de absorción de la alemana Schenker, una operación que busca consolidar su posición en el mercado sin repetir errores del pasado.

El proceso de adquisiciones no es nuevo para la compañía escandinava. En su historial figuran compras significativas como la de Panalpina en 2019, la de Global Integrated Logistics (GIL) en 2021 y otras operaciones anteriores que fortalecieron su presencia internacional como fueron la adquisición de Agillity o ABX Logistics. Sin embargo, cada fusión trajo consigo pérdidas de clientes, un fenómeno que DSV espera contener esta vez. Jens H. Lund, consejero delegado de la empresa, reconoció recientemente en unas declaraciones que en integraciones pasadas se registró una fuga de volúmenes “excesiva”, pero aseguró que esta vez han diseñado una estrategia más eficiente para reducir el impacto.

Uno de los principales desafíos radica en la retención de clientes que, en muchas ocasiones, optan por diversificar riesgos al ver cómo su proveedor de servicios se transforma a través de fusiones. En este sentido, los competidores de DSV, entre ellos Kuehne Nagel y DHL Global Forwarding, están atentos a cualquier movimiento y han mostrado abiertamente su disposición a captar clientes que busquen alternativas. La consolidación del mercado ha intensificado la competencia, y cualquier incertidumbre en el proceso de integración puede traducirse en oportunidades para los rivales.

El crecimiento inorgánico ha sido la piedra angular de la expansión de DSV, que ha apostado por adquisiciones estratégicas para fortalecer su red global. No obstante, la absorción de Schenker representa un reto sin precedentes debido al tamaño de la operación. La compra de la filial logística de Deutsche Bahn por 14.300 millones de euros posiciona a DSV en la cima del sector, con una facturación combinada de 39.300 millones de euros, superando a competidores como Kuehne Nagel y DHL Global Forwarding.

El proceso aún debe superar el escrutinio de las autoridades de competencia, lo que impide que DSV pueda contactar con los clientes de Schenker hasta recibir la aprobación definitiva. Este factor añade incertidumbre, ya que mientras la integración se concreta, los clientes pueden valorar otras opciones disponibles en el mercado. La experiencia adquirida en operaciones previas servirá para implementar medidas que minimicen la posible fuga de clientes y refuercen la confianza en la nueva estructura resultante de la fusión.

A esto se suman otros desafíos globales que afectan al sector, como la reorganización de las alianzas marítimas en las principales rutas comerciales, el impacto de los aranceles estadounidenses y la crisis en el mar Rojo, factores que han generado fluctuaciones en las tarifas del transporte marítimo. La incertidumbre económica y geopolítica marca el panorama en el que DSV busca consolidar su liderazgo sin perder cuota de mercado en el proceso.

Mientras la integración avanza, el sector sigue con atención cada movimiento de DSV y sus competidores. La competencia no solo se juega en los volúmenes de mercancías transportadas, sino también en la capacidad de adaptación a un entorno en constante cambio donde la fidelización de clientes se ha convertido en un activo estratégico clave.