Se prevé que la temporada de huracanes en 2025 sea superior al promedio, afectando la logística y la seguridad en puertos y almacenes
La creciente volatilidad climática en 2025 exige fortalecer procedimientos, seguros y regulaciones en logística marítima para afrontar tormentas y riesgos asociados.

Se espera que la temporada de huracanes en el Atlántico de 2025 sea superior a la media, reflejando la creciente volatilidad de los sistemas climáticos globales, un fenómeno cada vez más vinculado al cambio climático. Esta tendencia advierte a puertos, terminales y almacenes sobre la importancia de revisar y fortalecer sus procedimientos de preparación ante tormentas, así como sus coberturas de seguro para eventos climáticos extremos y desastres naturales relacionados.
Ante el aumento de incendios, robos de carga en Estados Unidos y fraudes en mercancías, las empresas del sector alertan sobre vulnerabilidades que podrían agravarse con condiciones meteorológicas adversas. La situación obliga a las organizaciones a evaluar la solidez de sus estrategias de seguridad y seguros para minimizar riesgos ante eventos imprevistos.
Además, en el ámbito regulatorio se aproxima la implementación de nuevas disposiciones en el código IMDG (Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas), que impactarán en la gestión de riesgos y operaciones logísticas, exigiendo mayor atención a los procedimientos de carga, descarga y transporte marítimo.
Por otra parte, la automatización en la cadena de suministro continúa expandiéndose rápidamente, generando debate sobre sus beneficios y riesgos. La adopción de nuevas tecnologías promete mejorar la eficiencia y reducir errores, pero también plantea desafíos relacionados con la seguridad y la protección ante ciberataques o fallos técnicos.
En resumen, los expertos insisten en la necesidad de que las empresas del sector revisen y fortalezcan sus procedimientos, coberturas de seguro y regulaciones internas, considerando la mayor volatilidad climática y las nuevas tendencias tecnológicas para mantener la resiliencia en un entorno global cada vez más incierto y extremo.