Normalmente en las empresas donde se apuesta por la mejora tecnológica suele existir una dura pugna entre el "querer" y el "hacer".
Se gestionan cientos de proyectos con el objetivo de mejorar la operativa y el servicio al cliente. De esos cientos unos pocos llegan a la parte final y suelen ser dos o tres los que son puestos en producción. Cuando ocurre esto lo habitual es la llegada de los "miedos" en la implantación de esa mejora; ¿entenderá el cliente lo que le proponemos?
¿sabrá apreciarlo?
¿entenderá que le damos mas trabajo y podemos correr el riesgo de perder el cliente?
Novedades en la última milla
Sería imposible llegar a cuantificar el número de start ups que han puesto el foco en la última milla. Muchas de ellas, me atrevo a decir que una gran mayoría no hacen una aportación que suponga un salto o cambio de dirección en 360º de la actividad. Enfocan sus esfuerzos en optimizar rutas por ejemplo, en buscar sitios de entrega "especiales" (solo me falta leer una maceta para dejar paquetes...) y cosas similares.
De forma paralela, la mayoría de empresas de transporte que se dedican a la distribución de última milla ya tenían avanzados importantes "cambios" en algunos servicios que si mejoran de forma sustancial la entrega de envíos de ecommerce, vamos a señalar un par de casos:
1-Entrega sin firma: Este es uno de los puntos mas críticos en la entrega de paquetes. Pasamos de utilizar los albaranes de entrega físicos donde firmabamos y nos dejaban un resguardo a firmar en unas terminales. Este paso supuso un pequeño "trauma" para muchas empresas y su fuerza de distribución, acostumbrada al control de la mercancía mediante los albaranes físicos, además de crear la duda si el destinatario quería un comprobante.
Con la crisis del coronavirus Covid19, el destinatario por seguridad, ya no puede firmar en las terminales. Esta situación fortuita hizo que todas las empresas tuvieran que poner en marcha esos planes que tenían en el cajón y que no pusieron en marcha por miedo o por entender que el mercado no estaba lo suficientemente maduro para aceptarlo.
Algunas empresas lo que hacen es dejar el paquete en la puerta del destinatario y le sacan una foto como comprobante de entrega; otros hacen que firme sobre la etiqueta que tiene el paquete y le sacan una foto. Son dos medidas simples y que el cliente entiende como válidas y seguras, no consta que existan quejas por esta operativa.
2-Entregas con reembolso: otro de los problemas que se pusieron encima de la mesa con el estado de alarma era la gestión de los envíos con reembolso. El dinero en metálico supone un importante foco de transmisión del Covid19 (el virus tiene una vida de 48 horas sobre superficies como el cobre) por lo cual se tenia que abordar como gestionar este tipo de envíos. Algunas empresas han eliminado temporalmente este servicio de su portafolio, eliminando de esa forma el riesgo de contagio pero suponiendo un perjuicio importante tanto para sus clientes como para ellos mismos.
Otras compañías han sacado del cajón esas soluciones que se probaron pero dejaron de lado por entender que el mercado no estaba maduro para implementarlo. En lugar de eliminar temporalmente este servicio, ofrecen el pago mediante sistemas alternativos como pueden ser un link enviado de forma previa al destinatario para que haga el pago o que el mensajero tenga una terminal tpv móvil y haga el cobro mediante la tarjeta pero sin contacto físico.
¿Donde esta el e-cmr?
De la misma forma que las empresas de transporte de última milla si han puesto en marcha nuevas soluciones para poder continuar con su actividad, el resto del transporte por carretera no esta viendo que sea necesario implementar soluciones para continuar con su actividad.
No obstante, aun no teniendo necesidad de implementar nada para continuar la actividad, el transporte por carretera si esta perdiendo una oportunidad perfecta e ideal para implantar herramientas como es el e-Cmr. Esta herramienta permite eliminar todos los papeles en los transportes por carretera y sorprende mucho que se quiera eliminar las monedas en los reembolsos por ejemplo pero que sigamos dejando que todos los transportes por carretera sigan siendo documentados con papel físico (CMR, facturas, albaranes, listas de carga etc etc).
La mayor reticencia hacia el e-Cmr lo suelen poner los cargadores, esta es la situación perfecta para implantar una herramienta que además de eliminar el riesgo de contagio por Covid19, genera una confianza para todos los actores de la cadena de suministro. La visibilidad del transporte en el e-Cmr es absoluta además de dar una seguridad jurídica en el mismo nivel que el Cmr de papel al estar amparado bajo el mismo convenio.
Otro aspecto importante donde el transporte de mercancías no esta "empujando" tanto en en la dignificación del sector y de sus trabajadores. La batalla de la imagen sigue siendo otro de los puntos a mejorar no por las empresas, que estas si que procuran trabajar su "branding" global. Hay que poner el foco sobre el transportista efectivo, sobre ese que hace miles de kilómetros para que los países no paren.
Artículo propiedad de Carlos Zubialde
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