En ocasiones saltan discusiones casi sin interés para el sector, pero que terminan por desviar el foco y las fuerzas de los verdaderos problemas, y la propuesta del Ministerio de Sanidad de prohibir fumar en los vehículos profesionales, como camiones y furgonetas, parece que está en esa línea.

¿Qué lógica tiene prohibir fumar en una cabina de camión cuando se hace casi la vida en la misma y en solitario?

Hablamos de una propuesta, recogida en el anteproyecto que modifica la Ley Antitabaco, y que afectaría a más de 360.000 profesionales en España, a la cual Fenadismer, la federación de transportistas, ha planteado su rechazo.

Ciertamente, la propuesta es entre llamativa y rocambolesca, por lo restrictiva que supone y porque, además, afecta a un grupo muy numeroso, siendo los vehículos donde realizan su labor profesional espacios únicamente ocupados por el propio conductor. Además, es una completa contradicción, al igual que lo señala Fenadismer, prohibir fumar en una furgoneta donde se va solo, pero no hacerlo si circulas en tu coche particular. Es un sinsentido completo y absoluto, además de discriminatorio.

Y como decíamos, la propuesta afectaría a no pocos conductores, 300.000 asalariados de transporte de mercancías pesadas y unos 60.000 de vehículos ligeros, que en el caso de los primeros, y si la propuesta tuviera luz verde, por los tiempos de conducción, podrían estar 4 horas y 30 minutos sin fumar (durante su tiempo de conducción), para poder hacerlo en la pausa obligatoria de los 45 minutos, que según los especialistas en tabaquismo puede generar un añadido de estrés, nerviosismo e irritabilidad.

 Existe la sensación de que en lugar de afrontar los importantes cambios a los que se afronta el sector en los próximos meses, se lanzan este tipo de globos sonda para desviar la atención de lo importante, para que el esfuerzo se centre en temas tan triviales como este.

Carlos Zubialde

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